Dios bendecirá a su pueblo
1-2 El Dios todopoderoso también me dio este mensaje:

«Grande es mi amor por Jerusalén;
y así de grande es también mi enojo
contra sus enemigos.
3 Pero volveré a vivir en ella,
y será llamada “Ciudad Fiel”;
habitaré de nuevo en mi templo,
y Sión será llamado “Monte Santo”.
Yo soy el Dios de Israel,
y juro que así será.

4-5 »En las calles de Jerusalén
jugarán los niños y las niñas,
y descansarán los ancianos y las ancianas,
apoyándose en sus bastones.
Yo soy el Dios de Israel,
y juro que así será.

6 »Cuando llegue ese día,
los que hayan quedado con vida
creerán que esto es imposible,
pero nada hay imposible para mí.
Yo soy el Dios de Israel,
y juró que así lo haré.

7 »Yo rescataré a mi pueblo
de los países del este y del oeste,
8 y lo haré volver a Jerusalén.
Será mi pueblo,
y yo seré su Dios;
un Dios fiel y justo.
Yo soy el Dios de Israel,
y juro que así lo haré.

9-11 »Ustedes han oído mi mensaje
por medio de mis profetas,
desde que se puso la primera piedra
para reconstruir mi templo.
Por lo tanto, ¡anímense!

»Antes de empezar la reconstrucción
no se les pagaba a los trabajadores
ni se alimentaba a los animales;
por culpa del enemigo
nadie viajaba con tranquilidad,
y todos se peleaban contra todos.
Pero ya no voy a tratar así
a los que aún quedan con vida.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así será.

12-13 »¡Habitantes de Judá!
¡Pueblo de Israel!
Ustedes fueron entre las naciones
un pueblo al que todos maldecían,
pero yo los salvaré
y serán una bendición.
Sembrarán sus campos en paz,
y sus viñedos darán mucho fruto;
el cielo enviará sus lluvias
y la tierra dará sus cosechas.
Todo eso les daré a ustedes,
los que han quedado con vida.
Por lo tanto, ¡anímense!

14-15 »Habitantes de Judá y de Jerusalén:
Sus antepasados me hicieron enojar;
por eso los destruí sin compasión.
Pero no tengan miedo,
que ahora voy a tratarlos bien.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así lo haré.

16 »Estos son mis mandamientos:
Digan siempre la verdad,
procuren hacer la paz,
y traten a todos con justicia.
17 No hagan planes malvados
en contra de sus semejantes,
ni hagan juramentos falsos,
porque todo eso lo aborrezco.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así es».

18-19 El Dios todopoderoso también me dio este mensaje:

«Habitantes de Judá:
amen la paz y la verdad.
Así serán muy felices
cuando ayunen en el mes cuarto,
y en el quinto, séptimo y décimo.
¡Será como si estuvieran de fiesta!

20-21 »Vendrán muchos pueblos y naciones,
y pasarán de una ciudad a otra
diciéndole a la gente:
“Busquen la bendición de Dios.
Nosotros también la buscaremos”.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así será.

22-23 »Cuando llegue ese día,
muchos pueblos y naciones poderosas
vendrán a Jerusalén para pedirme
que los trate con bondad.
Diez hombres buscarán a un judío,
y agarrándolo de la ropa
le dirán en otro idioma:

“¡Déjanos acompañarte a Jerusalén!
¡Sabemos que Dios está con ustedes!”

»Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así será».
Promesa del Señor
1 El Señor todopoderoso me dio este mensaje: 2 «Esto es lo que yo, el Señor todopoderoso, digo: Siento por Sión una pasión enorme, unos celos terribles. 3 Y volveré a Sión, para vivir en Jerusalén. Entonces Jerusalén será llamada Ciudad de Fidelidad, y el monte del Señor todopoderoso será llamado Monte de Santidad. 4 Ancianos y ancianas se sentarán de nuevo en las plazas de Jerusalén, cada cual con su bastón a causa de su avanzada edad. 5 Niños y niñas llenarán las plazas de la ciudad y jugarán en ellas. 6 En aquel tiempo todo esto parecerá maravilloso a los ojos de los sobrevivientes de mi pueblo; pero no lo será para mí. Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo: 7 Yo rescataré a mi pueblo desde el oriente y desde el occidente, 8 y lo traeré para que viva en Jerusalén. Entonces ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, con fidelidad y con justicia.»
9 Esto dice el Señor todopoderoso: «Tengan valor, ustedes que en estos días escuchan las palabras dichas por los profetas, desde el día en que fueron puestos los cimientos para la reconstrucción del templo del Señor todopoderoso. 10 Porque hasta estos días no había paga para las personas ni provisión para los animales. Y a causa del enemigo, tampoco había paz para los habitantes; y yo había puesto a cada uno en contra de sus vecinos. 11 Pero ahora, a los sobrevivientes de este pueblo ya no voy a tratarlos como en los tiempos pasados. Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo. 12 Porque la paz estará sembrada entre ellos. Los viñedos darán su fruto, la tierra sus productos, y el cielo su rocío. Y yo les daré todo eso en posesión a los sobrevivientes de este pueblo. 13 Y así como ustedes, los de Judá y los de Israel, fueron maldición entre las naciones, así yo ahora los salvaré y haré que sean bendición. ¡No tengan miedo! ¡Tengan valor!»
14 Esto dice el Señor todopoderoso: «Así como yo decidí castigarlos a ustedes, cuando sus antepasados me hicieron enojar, y no tuve clemencia, 15 ahora, en cambio, he decidido hacerles bien a Jerusalén y a Judá. Por lo tanto, no tengan miedo. 16 Esto es lo que siempre deben hacer ustedes: hablen siempre unos a otros con la verdad, juzguen con justicia y procuren la paz en sus tribunales. 17 Ya no piensen en hacerse daño unos a otros, ni se dediquen a jurar en falso; porque yo odio todo eso. Yo, el Señor, lo afirmo.»
18 El Señor todopoderoso se dirigió a mí y me dijo: 19 «Los ayunos de los meses cuarto, quinto, séptimo y décimo se convertirán en motivo de alegría, en felicidad e importantes celebraciones para los descendientes de Judá. Así que, ¡amen la verdad y la paz!»
20 Esto dice el Señor todopoderoso: «Todavía han de venir pueblos y habitantes de muchas ciudades. 21 Entonces los habitantes de una ciudad se dirigirán a los de otra, y les dirán: “¡Vamos a buscar el favor del Señor todopoderoso! ¡Vamos a consultarle! ¡Nosotros también iremos!” 22 Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a consultar al Señor todopoderoso en Jerusalén, y a buscar su favor. 23 En aquel tiempo, diez personas de diferentes naciones y lenguas agarrarán por la ropa a un judío, y le dirán: “¡Nosotros también vamos a ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes!”»