Dios es bueno con su pueblo
SALMO 81 (80)
(1) Himno de Asaf.
Instrucciones para el director del coro: Este himno deberá cantarse con la melodía que se canta al exprimir las uvas.
1 1 (2) ¡Lancen gritos de alabanza para Dios!
¡Él es nuestra fortaleza!
¡Canten llenos de alegría
al Dios de Israel!
2 2 (3) ¡Canten himnos!
¡Toquen la pandereta,
el arpa y la lira!
3 3 (4) Toquen las trompetas
en las fiestas de luna nueva,
y en la fiesta de luna llena,
que es nuestra fiesta principal.
4-5 4-5 (5-6) Así lo ordenó el Dios de Israel
cuando salió para atacar a Egipto.
Escucho la voz de Dios
y no entiendo lo que dice:
6 6 (7) «Te he quitado de los hombros
la carga que llevabas;
ya no tienes que cargar
esos ladrillos tan pesados.
7 7 (8) Cuando estabas angustiado,
me llamaste y te libré;
te respondí desde la oscura nube
donde estaba yo escondido;
junto al manantial de Meribá
puse a prueba tu fe.
8 8 (9) »Israel, pueblo mío,
escucha mis advertencias;
¡cómo quisiera que me escucharas!
9 9 (10) No tengas dioses extranjeros
ni los adores.
10 10 (11) Yo soy tu Dios;
yo te saqué de Egipto.
Dime qué quieres comer,
y te lo daré de sobra.
11 11 (12) »Pero mi pueblo Israel
no quiso prestarme atención.
12 12 (13) Por eso los dejé que hicieran
lo que les diera la gana.
13 13 (14) »¡Cómo me gustaría
que mi pueblo me escuchara!
¡Cómo quisiera que Israel
hiciera lo que yo quiero!
14 14 (15) ¡En muy poco tiempo
derrotaría yo a sus enemigos
y los aplastaría con mi poder!
15 15 (16) Los que ahora me odian
se rendirían ante mí,
y yo los castigaría para siempre.
16 16 (17) En cambio, a mi pueblo
le daría el mejor trigo
y de los panales
que están en la roca
sacaría miel
y lo dejaría satisfecho».
SALMO 81 (80)
Bondad de Dios y maldad de Israel
1 (1) Del maestro de coro, con la cítara de Gat. De Asaf.
1 1 (2) ¡Canten alegres a Dios, que es nuestra fuerza!
¡Alaben con gritos de alegría al Dios de Jacob!
2 2 (3) Canten al son del pandero,
de la dulce arpa y del salterio.
3 3 (4) Toquen la trompeta al llegar la luna nueva,
y también al llegar la luna llena,
que es el día de nuestra gran fiesta.
4 4 (5) Porque este es el mandamiento
que el Dios de Jacob dio a Israel;
5 5 (6) es el mandato dado a José
cuando Dios salió contra Egipto.
Oí una voz que yo no conocía:
6 6 (7) «Te he quitado la carga de los hombros,
te he aliviado del trabajo duro.
7 7 (8) En tu angustia me llamaste, y te salvé;
te contesté desde la nube que tronaba;
te puse a prueba junto a las aguas de Meriba.
8 8 (9) Escucha, pueblo mío, mi advertencia;
¡quién me diera que me obedezcas, Israel!
9 9 (10) No tengas dioses extranjeros;
no adores dioses extraños.
10 10 (11) Yo soy el Señor, tu Dios,
el que te sacó de la tierra de Egipto;
abre la boca, y yo te satisfaré.
11 11 (12) »Pero mi pueblo no quiso oírme;
¡Israel no quiso obedecerme!
12 12 (13) Por eso los dejé seguir con su capricho,
y vivieron como mejor les pareció.
13 13 (14) Si mi pueblo me hubiera escuchado,
si Israel hubiera seguido mis caminos,
14 14 (15) en un abrir y cerrar de ojos
yo habría humillado a sus enemigos
y castigado a sus contrarios.»
15 15 (16) Los que odian al Señor caerían aterrados,
y su condenación quedaría sellada.
16 16 (17) Dios alimentaría a su pueblo con lo mejor del trigo,
y con miel silvestre apagaría su sed.