Tú siempre nos proteges
SALMO 12 (11)
(1) Himno de David.
Instrucciones para el director del coro: Este himno deberá cantarse acompañado de instrumentos de ocho cuerdas.
1 1 (2) Sálvanos, Dios mío,
pues ya no hay en este mundo
gente que te sea fiel.
2 2 (3) Todo el mundo dice mentiras
y unos a otros se engañan;
ahora dicen una cosa,
y luego dicen otra.
3 3 (4) Tú acabarás con esa gente
mentirosa y arrogante,
4 4 (5) con esa gente que dice:
«Lo que nos sobra es lengua;
sabemos hablar muy bien.
¡Nadie podrá dominarnos!»
5 5 (6) Pero tú mismo has dicho:
«La gente pobre y humilde
ya no aguanta tanto maltrato;
voy a entrar en acción
y los pondré a salvo».
6-8 6-8 (7-9) Dios mío,
tú siempre cumples tus promesas
y lo has demostrado una y otra vez.
Tus promesas son más valiosas
que plata refinada.
Podrá haber malvados en el mundo,
y la maldad ir en aumento,
pero tú siempre nos proteges
y nos defiendes de esa gente.
SALMO 12 (11)
Oración en que se pide la ayuda de Dios
1 (1) Del maestro de coro, con instrumentos de ocho cuerdas. Salmo de David.
1 1 (2) Sálvanos, Señor, pues ya no hay creyentes fieles;
ya no hay gente sincera.
2 2 (3) Unos a otros se mienten;
hablan con hipocresía y doble sentido.
3 3 (4) Arranca, Señor, de raíz
a los hipócritas y fanfarrones,
4 4 (5) a los que dicen:
«Con tener boca nos basta;
nuestra lengua nos defiende.
¿Quién se atreve a darnos órdenes?»
5 5 (6) Esto ha dicho el Señor:
«A los pobres y débiles
se los oprime y se los hace sufrir.
Por eso ahora voy a levantarme,
y les daré la ayuda que tanto anhelan.»
6 6 (7) Las promesas del Señor son puras;
¡son como la plata más pura,
refinada en el horno siete veces!
7 7 (8) Tú, Señor, nos cuidarás;
¡siempre nos protegerás de tales gentes!
8 8 (9) Los malvados rondan por todos lados
y todo el mundo alaba la maldad.