La gente de Israel cruza el Jordán
1 Al día siguiente, muy de mañana, Josué y todos los israelitas levantaron el campamento de Sitim y avanzaron hasta el río Jordán. Acamparon allí, esperando el momento de cruzarlo.
2 Al segundo día, los jefes fueron por todo el campamento 3 diciéndole a la gente: «Cuando vean a los sacerdotes salir con el cofre del pacto, levanten el campamento y síganlos. 4 Ellos los guiarán porque ustedes no conocen el camino. Pero no se acerquen al cofre; manténganse por lo menos a un kilómetro de distancia».
5 Josué, por su parte, le dijo a todo el pueblo: «¡Prepárense para presentarse ante Dios! Mañana Dios hará un gran milagro entre nosotros».
6 Después les dijo a los sacerdotes: «Carguen sobre sus hombros el cofre del pacto y salgan; nosotros los seguiremos».
Y así lo hicieron.
7 Dios le dijo a Josué: «Lo que voy a hacer hoy convencerá a todo el pueblo de Israel de que estoy contigo como estuve con Moisés, y te reconocerán como líder. 8 Diles a los sacerdotes que llevan el cofre del pacto que, cuando lleguen al río, entren al agua y se queden cerca de la orilla». 9 Entonces Josué le pidió al pueblo que se acercara y le dijo:

10 «Dios nos ha prometido que a medida que avancemos, él irá desalojando a todos los habitantes de Canaán. 11 Ustedes verán que el Dios vivo nos acompaña, cuando el cofre del pacto del dueño de toda la tierra cruce el Jordán delante de ustedes. 12-13 Cuando los sacerdotes que llevan el cofre toquen el agua con la planta de sus pies, el río Jordán dejará de correr, y el agua se acumulará como formando una gran pared. Además, Dios ha ordenado que escojamos a doce hombres, uno de cada tribu de Israel».

14-16 La gente dejó el campamento y se dispuso a cruzar el río Jordán en el tiempo de la cosecha, cuando el río se desborda a causa del agua que baja de la zona de Adam, cerca de Saretán. Los sacerdotes iban delante de ellos, con el cofre del pacto, y tan pronto como pusieron el pie en el río, el agua dejó de correr y se acumuló. La que corría hacia el Mar Muerto siguió su curso hasta desaparecer. Entonces el pueblo cruzó el río frente a la ciudad de Jericó. 17 Mientras todo el pueblo de Israel cruzaba sobre terreno seco, los sacerdotes que llevaban el cofre del pacto de Dios se detuvieron en medio del Jordán, hasta que todos terminaron de cruzar.
Los israelitas cruzan el Jordán
1 Al día siguiente, muy temprano, Josué y todos los israelitas salieron de Sitín y llegaron al río Jordán; pero antes de cruzarlo acamparon allí. 2 Pasados tres días, los jefes recorrieron el campamento 3 y dieron esta orden a los israelitas: «En cuanto vean ustedes que pasa el arca de la alianza del Señor su Dios, llevada por los sacerdotes levitas, salgan de donde estén y síganla. 4 Así sabrán por dónde tienen que ir, porque ninguno de ustedes ha pasado antes por ese camino. Pero no se acerquen al arca, sino quédense siempre detrás de ella, como a un kilómetro de distancia.»
5 Y Josué les dijo: «Purifíquense, porque mañana verán las grandes maravillas que hará el Señor, ante ustedes.» 6 A los sacerdotes les dijo: «Pónganse delante de la gente, llevando el arca de la alianza y crucen el río.»
Los sacerdotes emprendieron la marcha al frente del pueblo. 7 Entonces el Señor le dijo a Josué: «A partir de hoy te confirmo como jefe de los israelitas. Así ellos sabrán que yo estoy contigo como estuve con Moisés. 8 Ordénales ahora a los sacerdotes que llevan el arca de la alianza que, cuando lleguen a la orilla del Jordán, se paren dentro del río.»
9 Entonces Josué les dijo a los israelitas: «Vengan y escuchen lo que dice el Señor su Dios. 10 Esta será la prueba de que el Dios viviente está en medio de ustedes: a medida que ustedes avancen, el Señor irá expulsando a los cananeos, los hititas, los jivitas, los ferezeos, los gergeseos, los amorreos y los jebuseos. 11 Mantengan la vista fija en el arca de Dios, el soberano de toda la tierra. Ella los guiará mientras cruzan el río Jordán. 12 Por lo tanto, elijan ahora doce hombres, uno de cada tribu de Israel. 13 Cuando los sacerdotes que llevan el arca del Señor metan los pies en el agua, el río se dividirá en dos partes, y el agua que viene de arriba dejará de correr y se detendrá y formará un dique.»
14-16 Los israelitas levantaron el campamento para cruzar el río, y delante de ellos iban los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza. Pero en cuanto los sacerdotes entraron en el río y sus pies se mojaron con el agua de la orilla (durante el tiempo de la cosecha el Jordán se desborda), el agua que venía de arriba dejó de correr y se detuvo como formando un dique, bastante lejos, en Adán, la ciudad que está junto a la fortaleza de Saretán. Y el agua que bajaba hacia el mar Muerto siguió corriendo hasta agotarse. Así se dividió el agua del río, y los israelitas lo cruzaron frente a la ciudad de Jericó. 17 Todo el pueblo cruzó en seco el Jordán, mientras los sacerdotes que llevaban el arca permanecían en medio del Jordán, firmes y en terreno seco.