Dios es el esposo de su pueblo
1 Isaías dijo:

«Jerusalén,
tú que nunca has sido madre
ni has podido tener hijos,
lanza gritos de alegría,
entona alegres canciones,
porque Dios dice:
“Jerusalén, mujer abandonada,
tendrás más hijos que la mujer casada”.

2-3 »Nación de Israel,
agranda tu tienda de campaña,
extiende las cuerdas
y clava bien las estacas,
porque te vas a extender
de un extremo al otro.
Tus hijos conquistarán muchas naciones
y ocuparán las ciudades
que ahora están deshabitadas.

4 »No tengas miedo,
pues no te insultarán
ni pasarás vergüenza.
Cuando eras joven
pasaste la vergüenza
de no tener hijos.
Después te quedaste sola
como una viuda.
Pero no volverás a acordarte
de tu vergüenza,
5 porque Dios es tu creador
y te tomará por esposa.

»El Dios santo de Israel
es tu salvador;
es el Dios todopoderoso
y reina en toda la tierra.

6 »Pueblo de Israel,
tú eras como una esposa joven,
que quedó abandonada y afligida,
pero tu Dios vuelve a llamarte
y te dice:

7 “Solo por un momento
te dejé abandonada,
pero con gran ternura
te aceptaré de nuevo.

8 ”Cuando me enojé contigo,
me alejé de ti por un poco de tiempo,
pero muy pronto tuve compasión de ti
y te manifesté mi amor eterno”».
El amor de Dios es eterno
9 Dios le dijo al pueblo de Israel:

«Después que cubrí toda la tierra
con las aguas del diluvio,
yo le juré a Noé:
“Nunca más habrá otro diluvio”.
Del mismo modo, ahora te juro
que nunca más me enojaré contigo
ni volveré a amenazarte.
10 Las montañas podrán cambiar de lugar,
los cerros podrán venirse abajo,
pero mi amor por ti no cambiará.
Siempre estaré a tu lado
y juntos viviremos en paz.
Te juro que tendré compasión de ti.
La nueva Jerusalén
11-12 »Ciudad de Jerusalén,
ahora estás oprimida y atormentada,
y no hay nadie que te consuele.
Pero yo construiré con piedras preciosas
tus cimientos y tus muros,
tus torres y tus puertas.
13 Yo instruiré a tus habitantes,
y todos vivirán en paz.
14 La justicia te hará fuerte,
y no volverás a sentir miedo.
15 Si una nación te ataca,
tú la vencerás
porque no cuenta con mi apoyo.

16 »Mira, yo he creado al herrero
que fabrica herramientas.
Pero también he creado ejércitos
que todo lo arruinan y destruyen.
17 Sin embargo,
nadie ha hecho un arma
capaz de destruirte.

»Israel, tú harás callar
a todo el que te acuse,
porque yo, el único Dios,
hago triunfar a los que me adoran.
Te juro que así será».
Amor eterno de Dios
1 Da gritos de alegría, mujer estéril y sin hijos;
estalla en cantos de gozo,
tú que nunca has dado a luz,
porque el Señor dice:
«La mujer abandonada tendrá más hijos
que la mujer que tiene esposo.»
2 Agranda el lugar donde ahora vives,
extiende sin miedo el toldo bajo el cual vives;
alarga las cuerdas, clava bien las estacas,
3 porque vas a extenderte a derecha e izquierda;
tus descendientes conquistarán muchas naciones
y poblarán las ciudades que ahora están desiertas.
4 No tengas miedo, no quedarás en ridículo;
no te insultarán ni tendrás de qué avergonzarte.
Olvidarás la vergüenza de tu juventud
y no volverás a recordar la deshonra de tu viudez,
5 porque tu creador te tomará por esposa.
Su nombre es el Señor todopoderoso;
tu redentor es el Dios santo de Israel,
el Dios de toda la tierra.

6 Eras como una esposa joven
abandonada y afligida,
pero tu Dios ha vuelto a llamarte, y ahora te dice:
7 «Por un breve instante te abandoné,
pero con gran ternura volveré a estrecharte.
8 En un arranque de enojo, me oculté de ti,
pero con amor eterno te mostraré compasión.»
Lo dice el Señor, tu redentor.

9 «Como antes juré a Noé, cuando el diluvio,
que no volvería a inundar la tierra,
ahora te juro que no volveré a enojarme contigo,
ni tampoco volveré a amenazarte.
10 Aunque las montañas cambien de lugar
y los cerros se derrumben,
mi amor por ti no cambiará.
¡Nada podrá romper mi pacto de paz!»
Lo dice el Señor, que tiene misericordia de ti.
La nueva Jerusalén
11 «¡Pobre ciudad, que has sufrido tempestades
sin tener quien te consuele!
Yo te edificaré sobre piedras preciosas
y te pondré cimientos de zafiro;
12 de rubíes haré tus torres,
de berilo serán tus puertas,
y de piedras preciosas todas tus murallas.
13 Yo instruiré a todos tus hijos;
todos ellos tendrán gran bienestar.
14 La justicia te hará fuerte,
quedarás libre de la opresión y del miedo,
y el terror no volverá a inquietarte.
15 Si alguien te ataca, no será por mi causa,
aún así, a quien te ataque lo vencerás.

16 »Mira, yo he creado al herrero
que aviva el fuego en las brasas
y hace armas para diversos usos;
yo he creado también a gente que destruye
y que anda causando ruina;
17 pero nadie ha hecho el arma
que pueda destruirte.
Tú dejarás callado a todo el que te acuse.
A los que me sirven, les concedo la victoria.»
El Señor es quien lo afirma.