Habla el profeta
1-2 1-2 (2-3) Oseas le dijo al pueblo:
«¡Israel, Israel,
tu maldad te ha hecho caer!
¡Arrepiéntete y regresa a tu Dios!
Llega ante él con esta oración:
“Dios mío,
tú eres bueno;
¡perdona nuestros pecados
y acepta nuestras alabanzas!
3 3 (4) Asiria no puede salvarnos,
ni con todos sus carros de guerra,
así que no volveremos a adorar
a dioses que hemos fabricado.
Solo en ti, Dios nuestro,
encuentra el huérfano ternura”».
Dios promete bendecir a su pueblo
4 4 (5) Dios les dijo a los israelitas:
«Ya mi enojo se ha calmado.
Ahora voy a mostrarles cuánto los amo
y no volverán a ser rebeldes.
5-6 5-6 (6-7) Haré que prosperen.
Seré para ustedes como el rocío,
que hace florecer a los lirios.
Los haré crecer como un árbol;
así echarán profundas raíces
y extenderán sus hermosas ramas;
tendrán la belleza de los olivos
y el grato aroma de los cedros.
7 7 (8) Todos vivirán en paz
bajo la sombra de su árbol;
volverán a cultivar sus campos,
verán florecer sus viñas
y disfrutarán del aroma del monte Líbano.
8 8 (9) »Israelitas,
dejen ya esos ídolos inútiles.
¡Yo seré quien los cuide
y quien escuche sus oraciones!
Yo les daré sombra como un pino,
y en mí encontrarán bienestar».
Mensaje final del libro
9 9 (10) Si alguien es inteligente y sabio,
debe prestar atención a este mensaje.
Todo lo que Dios hace es correcto,
y la gente buena sigue su ejemplo.
¡Pero los malvados son desobedientes
y por eso Dios los destruye!
Oseas suplica a Israel que vuelva al Señor
1 1(2) ¡Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios,
pues tu pecado te ha hecho caer!
2 2(3) Vuélvanse al Señor,
y lleven con ustedes esta oración:
«Perdona toda nuestra maldad
y recibe con agrado
la ofrenda de nuestros labios.
3 3(4) Asiria no puede salvarnos,
ni tampoco escaparemos a caballo.
No llamaremos más “dios nuestro”
a lo fabricado con nuestras manos,
porque solo en ti, Señor,
encuentra misericordia el huérfano.»
El Señor promete nueva vida a Israel
4 4(5) El Señor dice:
«Voy a curarlos de su infidelidad;
voy a amarlos y brindarles mi cariño,
pues mi enojo ya se ha apartado de ellos.
5 5(6) Voy a ser para Israel como el rocío,
y lo haré florecer como los lirios.
Sus raíces se afirmarán como el Líbano;
6 6(7) sus ramas se extenderán,
será como el olivo en su esplendor,
y su aroma, como los cedros del Líbano.
7 7(8) Israel volverá a vivir bajo mi protección;
entonces crecerán como el trigo,
florecerán como la vid
y serán famosos como el vino del Líbano.
8 8(9) Dime, Efraín: “¿Qué tengo yo que ver con los ídolos?”
¡Yo soy quien atiende y cuida a su pueblo!
Yo soy como un pino siempre verde,
y el fruto de mi pueblo proviene de mí.»
Conclusión
9 9(10) Que los sabios y prudentes
entiendan este mensaje:
Los caminos del Señor son rectos,
y los justos los siguen;
pero los malvados tropiezan en ellos.