Reconstrucción del templo
1-3 Dios le dio al profeta Hageo un mensaje para Zorobabel hijo de Salatiel y para Josué hijo de Josadac. Esto sucedió el primer día del mes de Elul, durante el segundo año del gobierno de Darío, rey de Persia. En aquel tiempo el gobernador de Judá era Zorobabel, y el jefe principal de los sacerdotes se llamaba Josué.

Dios le dijo a Hageo:

«Yo soy el Dios de Israel.
Ustedes dicen que aún no es tiempo
de reconstruir mi templo,
4 ¡pero viven en lujosas casas
mientras mi templo está en ruinas!

5 »Yo soy el Dios de Israel,
y quiero que piensen seriamente
en lo que están haciendo.
6 Ustedes siembran mucho y cosechan poco,
comen y no calman su hambre,
beben y no calman su sed,
se abrigan y siguen teniendo frío,
y el sueldo que les pagan
no les alcanza para nada.

7 »Yo soy el Dios de Israel,
y quiero que piensen seriamente
en lo que están haciendo.
8-11 Ustedes esperan grandes ganancias,
pero es muy poco lo que han logrado;
lo que guardan en su casa,
lo destruí en un instante.
¿Y saben por qué lo hice?
¡Pues porque mi templo está en ruinas
mientras que ustedes solo piensan
en arreglar sus propias casas!
Por eso no he dejado que llueva
sobre los campos y sobre los montes;
por eso se han perdido sus cosechas
de trigo, de uvas y de aceitunas;
¡por eso sufren hombres y animales!

»Yo soy el Dios de Israel.
Si quieren verme contento,
y quieren ver mi grandeza,
vayan a las montañas
y traigan madera;
¡reconstruyan mi templo!»
Respuesta al profeta
12 Cuando Zorobabel y Josué oyeron el mensaje que Dios les envió por medio de Hageo, tanto ellos como el resto del pueblo sintieron mucho miedo. 13 Pero el profeta Hageo los tranquilizó. Les aseguró que Dios les daría su apoyo. 14-15 Así fue como el Dios todopoderoso puso en ellos el deseo de reconstruir su templo. Veinticuatro días después Zorobabel, Josué y el resto del pueblo comenzaron a reconstruirlo.
Exhortación a reconstruir el templo
1 En el día primero del sexto mes del año segundo del gobierno del rey Darío, por medio del profeta Hageo el Señor se dirigió a Zorobabel hijo de Salatiel, que era gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, que era el jefe de los sacerdotes.
2-3 Y esto es lo que dijo el Señor todopoderoso por medio del profeta Hageo: «Esta gente dice que todavía no es el momento de reconstruir mi templo. 4 ¿Y acaso para ustedes sí es ya el tiempo de vivir en casas bien arregladas, mientras que mi templo está en ruinas? 5 Pues ahora yo, el Señor todopoderoso, les digo que presten atención a su conducta. 6 Ustedes siembran mucho, pero cosechan poco; comen, pero no quedan satisfechos; beben, pero siguen con sed; se abrigan, pero no entran en calor; y el que trabaja por día echa su paga en saco roto. 7 Yo, el Señor todopoderoso, les digo que presten atención a su conducta. 8 Vayan a las montañas, traigan madera y construyan de nuevo el templo. Yo lo aceptaré con mucho gusto, y me sentiré honrado. 9 Ustedes esperan mucho, pero hay poco; y lo que guardan en sus casas, yo lo hago volar de un soplo. ¿Por qué? Pues porque mi casa está en ruinas, mientras que ustedes solo se ocupan de sus propias casas. Yo, el Señor, lo afirmo. 10 Por eso el cielo no les manda la lluvia, ni la tierra les da sus frutos. 11 Yo fui quien trajo la sequía sobre los campos y sobre los montes, sobre el trigo, los viñedos y los olivares, sobre las cosechas del campo, sobre las personas y los animales, y sobre todos sus trabajos.»
12 Zorobabel hijo de Salatiel, Josué hijo de Josadac, jefe de los sacerdotes, y el resto del pueblo que estaba con ellos, escucharon con atención lo que el Señor su Dios les decía por medio del profeta Hageo, tal como el Señor le había encargado que dijera; y todo el pueblo tuvo respeto por el Señor. 13 Entonces Hageo, el mensajero del Señor, le habló al pueblo por mandato del Señor, y les dijo: «El Señor dice: “Yo estoy con ustedes”.»
14-15 De esta manera el Señor animó a Zorobabel, gobernador de Judá, a Josué, jefe de los sacerdotes, y al resto del pueblo que estaba con ellos, y el día veinticuatro del sexto mes del año segundo del reinado de Darío vinieron y empezaron las obras de reconstrucción en el templo de su Dios, el Señor todopoderoso.