Mensaje contra los que adoran ídolos
1 Dios me dijo:
2 «Ezequiel, hombre mortal, dirige la mirada hacia las montañas de Israel, y dales de mi parte el siguiente mensaje a los que van a adorar allí:
3 “¡Ustedes, que adoran dioses falsos en las montañas de Israel, presten atención a mi mensaje! Voy a destruirlos a todos, junto con los pequeños templos donde adoran a esos dioses. 4-6 Haré pedazos los altares y los hornillos donde queman incienso; cualquiera que se acerque a uno de esos ídolos malolientes caerá muerto allí mismo, y alrededor de su altar dispersaré sus huesos. Destruiré por completo las ciudades; ¡destruiré todo lo que los israelitas han construido! 7 Y cuando vean caer muerta a tanta gente, reconocerán que yo soy el Dios de Israel.
8-9 ”Sin embargo, yo dejaré con vida a algunos israelitas, los cuales serán llevados prisioneros a otras naciones de la tierra. Cuando estén allá, se acordarán de mí y del castigo que les di por engañarme y adorar a los ídolos. Entonces se darán cuenta de lo mal que se portaron, y se les revolverá el estómago al acordarse de sus actos repugnantes. 10 Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel, y que siempre hablé en serio”».
11 Después, el Dios de Israel me dio esta orden:
«¡Búrlate de los israelitas, felicitándolos por su repugnante maldad! ¡Apláudeles con todas tus fuerzas! ¡Recuérdales que gracias a ellos la guerra, el hambre y las enfermedades acabarán con todo el pueblo! 12 Los que estén lejos morirán por causa de las enfermedades; los que estén cerca morirán en la guerra, y los que aún vivan se morirán de hambre, pues descargaré mi enojo contra ellos.
13 »Los cuerpos de sus muertos quedarán tirados junto a sus ídolos malolientes. Habrá muertos por todas partes: alrededor de los altares, en las colinas y en las montañas, y aun debajo de cualquier árbol. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel.
14 »Mi castigo contra ellos será muy duro. De norte a sur, y desde Riblá hasta el desierto, todo el país quedará en ruinas. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel».
Ezequiel denuncia la idolatría
1 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 2 «Mira hacia los montes de Israel, y háblales en mi nombre 3 de la siguiente manera: “Montes de Israel, escuchen lo que dice el Señor a los montes, las colinas, los ríos y los valles: Voy a hacer venir sobre ustedes la guerra; voy a destruir sus lugares altos de culto pagano. 4 Haré pedazos los altares donde ustedes ofrecen sacrificios y queman incienso, y haré que sus hombres caigan muertos delante de los ídolos. 5 Arrojaré los cadáveres de los israelitas delante de sus ídolos, y esparciré sus huesos alrededor de sus altares. 6 Dondequiera que ustedes vivan, las ciudades serán destruidas y sus altares de culto pagano quedarán en ruinas. Sus altares quedarán completamente destruidos; sus ídolos, hechos pedazos; sus altares para quemar incienso, derrumbados; todo lo que ustedes han hecho desaparecerá. 7 Y cuando vean caer muerta entre ustedes a tanta gente, reconocerán que yo soy el Señor. 8 Pero yo haré que algunos de ustedes se salven de la muerte y queden con vida, esparcidos entre las naciones. 9 Los sobrevivientes se acordarán de mí en esas naciones; se acordarán de cómo los hice sufrir por haberme sido infieles y por haberse apartado de mí para adorar ídolos. Ellos sentirán asco de sí mismos por todas las maldades que han cometido, por todas sus acciones detestables. 10 Entonces reconocerán que yo soy el Señor y que, cuando prometí enviarles estos males, no hice vanas amenazas.”»
11 El Señor me dijo: «Laméntate dando golpes con las manos y los pies; lanza gritos de dolor por las maldades detestables del pueblo de Israel, pues va a morir por causa de la guerra, el hambre y las enfermedades. 12 Los que estén lejos morirán por las enfermedades, los que estén cerca morirán en la guerra, y los que queden con vida morirán de hambre. Así descargaré por completo mi ira contra ellos. 13 Y cuando vean los cadáveres de esa gente entre sus ídolos, y alrededor de los altares, y en todas las colinas elevadas y en las cumbres de los montes, debajo de todo árbol verde y de toda encina frondosa, y en los lugares en que ofrecieron a sus ídolos perfumes agradables, entonces reconocerán que yo soy el Señor. 14 Levantaré mi mano para castigarlos y, desde el desierto del sur hasta Ribla en el norte, convertiré su país y todos sus lugares habitados en un desierto espantoso. Entonces reconocerán que yo soy el Señor.»