Lamento por Egipto
1 Dios también me dijo:

2-3 «Ezequiel, hombre mortal, dile de mi parte a Egipto:

“¡El día de tu castigo
ya está cerca!
¡Grita de dolor!
¡Ese día será nublado!
¡Día terrible para todas las naciones!
4 Habrá guerra contra Egipto,
y hasta Etiopía temblará de miedo.
Muchos egipcios perderán la vida,
y perderán también sus riquezas;
¡sus ciudades serán destruidas!

5 ”En esa guerra morirán
los países vecinos de Egipto:
Libia, Lidia y Etiopía,
Arabia y los países aliados”.

6 »Por eso yo, el Dios de Israel, afirmo:

“Los que se unan a Egipto
morirán en la batalla.
Presumían de ser poderosos,
pero serán humillados.
Desde Migdol hasta Asuán,
sus cadáveres quedarán tirados
por todo el territorio egipcio.
Les juro que cumpliré mi palabra.

7 ”No habrá en ninguna parte
ciudades más destruidas
que las ciudades egipcias.
8 Yo le prenderé fuego a Egipto,
y acabaré con todos los pueblos
que le prestaron ayuda.
De ese modo reconocerán
que yo soy el Dios de Israel.

9 ”Etiopía está muy confiada,
pero yo enviaré mensajeros por mar
para que la espanten
cuando yo castigue a Egipto.
¡Ese día ya está cerca!

10 ”Por medio de Nabucodonosor,
rey de Babilonia,
acabaré con las riquezas de Egipto.
11 No hay en el mundo
soldados más violentos
que los de Nabucodonosor.
Cuando ellos destruyan a Egipto,
dejarán el país lleno de muertos.
12 Dejaré sin agua al río Nilo,
y a Egipto entero lo pondré
bajo el poder de gente malvada
que lo llevará a la ruina.
Les juro que cumpliré mi palabra.

13-17 ”En Menfis
destruiré a los dioses falsos,
¡esos ídolos malolientes!
Egipto se quedará sin rey,
y todos los que allí viven
se llenarán de miedo.
Destruiré la ciudad de Patros;
a Soan le prenderé fuego,
y a Tebas le daré su merecido.
Sobre la ciudad de Sin
descargaré mi enojo,
y nunca más volverá a ser
la fortaleza de Egipto.
Acabaré con las riquezas de Tebas,
y dejaré que en sus murallas
se abran grandes huecos.
A todo Egipto le prenderé fuego,
y todos en el puerto de Sin
se retorcerán de dolor.
Menfis, On y Bubastis
serán conquistadas en pleno día.
Los jóvenes morirán en la batalla,
y las mujeres serán hechas prisioneras.
Les juro que cumpliré mi palabra.

18 ”Egipto es un país poderoso,
y eso lo llena de orgullo;
pero, cuando yo lo destruya,
todo el país quedará a oscuras;
se nublará la ciudad de Tafnes,
y sus mujeres serán capturadas.
19 Cuando yo le dé a Egipto
el castigo que se merece,
reconocerán que yo soy Dios”».
Mensaje sobre la derrota de Egipto
20 Habían pasado once años desde que llegamos presos a Babilonia. El día siete del mes de Abib, Dios me dijo:

21 «Ezequiel, hombre mortal, ya le he roto un brazo al rey de Egipto, y no podrá volver a tomar su espada para pelear. Está herido, y nadie lo ha curado ni le ha vendado las heridas. 22 Yo, el Dios de Israel, les anuncio que me he puesto en contra del rey de Egipto. Ya le he roto un brazo, y voy a romperle los dos, para que no pueda manejar la espada.
23-26 »Ahora voy a fortalecer los brazos del rey de Babilonia, que es enemigo de Egipto, y hasta le prestaré mi espada. El rey de Egipto está sin fuerzas y tiene los brazos rotos. Cuando el rey de Babilonia lo ataque con mi espada, llorará de dolor como si estuviera a punto de morir. A los egipcios los dispersaré por todos los pueblos y naciones del mundo. Entonces ellos reconocerán que yo soy el Dios de Israel».
Castigo de Egipto
1 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 2 «Tú, hombre, habla en mi nombre y di:

»“Esto dice el Señor:
Griten por el día
3 que ya se acerca;
¡se acerca el día del Señor!
¡Será un día nublado,
un día terrible para las naciones!
4 Vendrá la guerra contra Egipto.
Y cuando allí maten a muchos,
y les roben sus riquezas,
y destruyan Egipto hasta sus cimientos,
Etiopía se pondrá a temblar.
5 Caerán también en la guerra
los soldados de Etiopía y de Libia,
de Lidia, de toda Arabia,
de Cub y de otros pueblos,
y de los demás países aliados.

6 »”Esto dice el Señor:
Los que apoyen a Egipto
morirán en la guerra,
desde Migdol hasta Asuán.
El orgulloso poder de Egipto
quedará humillado.
Yo, el Señor, doy mi palabra.”

7 »Egipto será el país más desolado de todos, y sus ciudades las más arruinadas. 8 Cuando yo le prenda fuego a Egipto, quedarán destruidos todos los que lo ayudan. Entonces reconocerán que yo soy el Señor.
9 »Cuando llegue el día del castigo a Egipto, enviaré mensajeros por mar para que alarmen a la gente de Etiopía, que ahora está despreocupada, y Etiopía se llenará de terror. Ese día está a punto de llegar.
10 »Yo, el Señor, digo: Me voy a valer de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para destruir la riqueza de Egipto. 11 Y Nabucodonosor irá con su ejército, que es gente de lo más cruel, y destruirá el país. Atacarán a Egipto con sus espadas, y dejarán el país lleno de muertos. 12 Haré que el Nilo se seque, y pondré el país en manos de gente malvada; por medio de esos extranjeros dejaré en ruinas el país y todo lo que hay en él. Yo, el Señor, he hablado.

13 »Yo, el Señor, digo:
Voy a destruir los ídolos
y a terminar con los falsos dioses de Menfis.
Egipto no volverá a tener quien lo gobierne,
y llenaré de terror el país.
14 Convertiré en ruinas el sur de Egipto,
pondré fuego a Soán
y ejecutaré la sentencia contra Tebas.

15 »Descargaré mi ira sobre Sin, la fortaleza de Egipto, y destruiré la riqueza de Tebas. 16 Pondré fuego a Egipto, y Sin se retorcerá de dolor; se abrirán boquetes en las murallas de Tebas, y Menfis será atacada en pleno día. 17 Los jóvenes de On y de Bubastis morirán en la guerra, y a los demás habitantes se los llevarán presos. 18 Cuando yo destruya el poder de Egipto y acabe con la fuerza de la cual estaba tan orgulloso, el sol se oscurecerá en Tafnes, una nube cubrirá a Egipto, y a los habitantes de sus ciudades se los llevarán presos. 19 Yo ejecutaré la sentencia contra Egipto, y entonces reconocerán que yo soy el Señor.»
20 El día siete del mes primero del año once, el Señor se dirigió a mí, y me dijo: 21 «Yo le he roto el brazo al faraón, rey de Egipto, y nadie se lo ha curado ni vendado para que recobre su fuerza y pueda volver a empuñar la espada. 22 Por eso yo, el Señor, digo: Yo me declaro enemigo del faraón, el rey de Egipto. Voy a romperle los dos brazos, el bueno y el que ya tenía roto, y haré que se le caiga la espada de la mano. 23 Voy a dispersar a los egipcios entre las demás naciones; voy a dispersarlos por los diversos países. 24 Y voy a dar fuerza a los brazos del rey de Babilonia, y a ponerle mi espada en la mano. Voy a romperle al faraón los brazos, y él se quejará al sentirse herido delante de su enemigo. 25 Daré fuerzas a los brazos del rey de Babilonia y se las quitaré a los brazos del faraón. Cuando yo ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia, y él la levante contra Egipto, reconocerán que yo soy el Señor. 26 Dispersaré a los egipcios entre los demás pueblos y naciones, y entonces reconocerán que yo soy el Señor.»