Contra Moab
1 El Dios de Israel ha dicho:
«Ustedes, habitantes de Moab,
han llegado al colmo de la maldad.
Por eso, ¡no los perdonaré!
Quemaron los huesos del rey de Edom
hasta dejarlos hechos cenizas.
2 Por eso les prenderé fuego
a las ciudades de Moab,
y dejaré hechos cenizas
los palacios de Queriot;
¡ustedes, moabitas, perderán la vida
entre gritos de batalla
y toques de trompeta!
3 ¡Yo les quitaré la vida
a su rey y a sus jefes!
Les juro que así será».
Contra Judá
4 El Dios de Israel ha dicho:
«Ustedes, habitantes de Judá,
han llegado al colmo de la maldad.
Por eso, ¡no los perdonaré!
Rechazaron mis enseñanzas
y no quisieron obedecerlas.
Prefirieron adorar a los dioses falsos
que antes adoraron sus antepasados.
5 »Por eso les prenderé fuego
a las ciudades de Judá,
y dejaré hechos cenizas
los palacios de Jerusalén».
Contra Israel
6 El Dios de Israel ha dicho:
«Ustedes, pueblo de Israel,
han llegado al colmo de la maldad.
Por eso, ¡no los perdonaré!
A la gente humilde y honrada
la venden como esclava
por unas cuantas monedas
y hasta por un par de zapatos;
7 a los pobres los humillan,
los arrastran por el suelo
y son injustos con ellos;
los padres y los hijos me ofenden
al tener relaciones sexuales
con una misma mujer.
8 Se acuestan con ella
junto a cualquier altar;
se acuestan sobre la ropa
que algún pobre les dejó
como garantía de pago;
con el dinero de multas injustas
compran vino y se emborrachan
en el templo de su dios.
9-10 »Pueblo de Israel,
yo los saqué de Egipto,
y durante cuarenta años
los guie a través del desierto;
destruí por completo a los amorreos
y les di a ustedes su país,
aunque ellos eran un pueblo
de mucha fuerza y gran estatura.
11 De entre los hijos de ustedes,
elegí a algunos como profetas
y a otros los aparté como nazireos.
¡Díganme ustedes si miento!
Les juro que así fue.
12 »Pero ustedes, pueblo de Israel,
emborracharon a los nazireos
y no dejaron que los profetas
les comunicaran mis mensajes.
13 »Por eso, pueblo de Israel,
¡yo los aplastaré contra el suelo,
como si los aplastara
una carreta cargada de trigo!
14-15 De mí no podrán escapar
ni los corredores más veloces,
ni los soldados más fuertes,
ni los guerreros más valientes,
ni los flechadores más diestros,
ni los que huyan a caballo;
16 ¡hasta los más valientes
huirán desnudos ese día!
Les juro que así será.
1 Así dice el Señor:
«Los de Moab han cometido tantos crímenes
que no dejaré de castigarlos;
pues quemaron los huesos del rey de Edom
hasta convertirlos en ceniza.
2 Por eso prenderé fuego al país de Moab,
y ese fuego destruirá los palacios de Queriot;
y entre alaridos de guerra
y toques de trompeta,
los moabitas morirán.
3 ¡Arrancaré de su pueblo al que gobierna;
y haré que mueran él y todos sus jefes principales!»
Esto lo dice el Señor.
4 Así dice el Señor:
«Los de Judá han cometido tantos crímenes
que no dejaré de castigarlos;
pues rechazaron la instrucción del Señor
y lejos de obedecer sus ordenanzas
se descarriaron tras sus falsos dioses,
los mismos que sus padres habían adorado.
5 Por eso le prenderé fuego a Judá,
y ese fuego destruirá los palacios de Jerusalén.»
Juicio sobre Israel
6 Así dice el Señor:
«Los de Israel han cometido tantos crímenes
que no dejaré de castigarlos;
pues por dinero venden al que es justo;
y al pobre, a cambio de un par de sandalias.
7 Pisotean brutalmente a los pobres,
y pervierten la conducta de los oprimidos.
El padre y el hijo se acuestan con la misma joven,
y así profanan mi santo nombre.
8 Sobre ropas recibidas como prenda,
se tienden en el templo de su dios,
y al lado de cualquier altar
beben el vino que compraron con las multas.
9 Sin embargo, en el pasado
yo los libré por completo de los amorreos;
derribé a esos altos cedros,
¡desarraigué a esos fuertes robles!
10 Pero a ustedes los saqué del país de Egipto,
y cuarenta años los conduje por el desierto,
para darles como herencia el país de los amorreos.
11 No pueden negar, israelitas,
que de entre ustedes levanté profetas,
y que llamé a sus mejores para ser mis nazareos.»
El Señor lo afirma.
12 «Como ustedes dieron vino a los nazareos,
y a los profetas les prohibieron profetizar,
13 yo a ustedes los voy a aplastar
como con un carro cargado de granos.
14 Ni los más veloces podrán escapar,
ni los más fuertes podrán ejercer su fuerza,
y tampoco los guerreros podrán salvarse.
15 Los arqueros no podrán resistir;
y tampoco se salvarán los veloces,
ni los que montan a caballo.
16 Aquel día escaparán desnudos
hasta los más valientes de los guerreros.»
El Señor lo afirma.