Josafat, rey de Judá
1-9 En lugar de Asá reinó su hijo Josafat. Dios ayudó a Josafat porque se comportó como antes lo había hecho David, su antepasado. Josafat no adoró a las imágenes del dios Baal; además tuvo el valor de quitar, de todo el territorio de Judá, los pequeños templos de las colinas, que se usaban para adorar ídolos, y destruyó las imágenes de la diosa Astarté.
Josafat obedeció a Dios, al igual que su padre, pues no siguió el ejemplo de los reyes de Israel. Por el contrario, cuando ya llevaba tres años de gobernar, envió a los oficiales más importantes de su reino a enseñar la ley de Dios a todo el pueblo.
Y ellos así lo hicieron: recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando acerca del libro de la Ley. Estos son los nombres de los oficiales que envió el rey:
Ben-hail,
Abdías,
Zacarías,
Natanael,
Micaías.

Con ellos iban los siguientes ayudantes de los sacerdotes:
Semaías,
Netanías,
Zebadías,
Asael,
Semiramot,
Jonatán,
Adonías,
Tobías,
Tobadonías.

También los acompañaban los sacerdotes Elisamá y Joram.
En respuesta, Dios le permitió al rey Josafat tener bajo su control a todo su reino, y logró fortalecer sus ciudades para resistir cualquier ataque de Israel. El rey puso jefes del ejército y tropas en todo el territorio de Judá y en sus ciudades fortificadas, y en las ciudades que Asá había conquistado en el territorio de Efraín.
Además, toda la gente de Judá le hacía regalos. Por eso Josafat llegó a ser muy rico y estimado. 10 Y como todos los países vecinos de Judá le tenían miedo a Dios, no se atrevían a pelear contra Josafat. 11 Por el contrario, para estar en paz con Josafat, algunos de los filisteos le llevaban plata y otros regalos. De la misma manera, los árabes le llevaron siete mil setecientos carneros y la misma cantidad de chivos.
12 Josafat se hacía cada vez más poderoso; construyó en el territorio de Judá fortalezas y ciudades para almacenar alimentos, 13 y llegó a poseer muchas propiedades en las ciudades de Judá. Además, tenía en Jerusalén una guardia de soldados muy valientes. 14 Esta es la lista de los jefes de esos soldados, de acuerdo a la tribu a la que pertenecían.

De la tribu de Judá:
Adná, jefe principal de trescientos mil soldados.
15 Johanán, jefe de doscientos ochenta mil soldados.
16 Amasías hijo de Zicrí, que servía voluntariamente a Dios, jefe de doscientos mil soldados.

17 De la tribu de Benjamín:
Eliadá, jefe de doscientos mil hombres armados con arcos y escudos.
18 Jozabad, jefe de ciento ochenta mil hombres listos para la guerra.

19 Todos estos hombres estaban bajo las órdenes del rey, al igual que los valientes soldados que el rey había enviado a proteger las fortalezas y ciudades por todo el territorio de Judá.
Reinado de Josafat
1 En lugar de Asa reinó su hijo Josafat, quien se mostró fuerte contra Israel. 2 Puso tropas en todas las ciudades fortificadas de Judá, y destacamentos en todo el territorio de Judá, así como en las ciudades de Efraín que Asa, su padre, había conquistado.
3 El Señor estuvo con Josafat, porque procedió como David, su antepasado, lo había hecho al principio. No sirvió a las diversas representaciones de Baal, 4 sino que cumplió los mandamientos del Dios de su padre, sin seguir el ejemplo de la gente de Israel. 5 Por eso el Señor consolidó el reino bajo su mando. Todo Judá le hacía regalos, y llegó a tener grandes riquezas y honores. 6 Siguió con orgullo el camino trazado por el Señor, y una vez más quitó de Judá los santuarios de lugares altos y las representaciones de Asera.
7 En el tercer año de su reinado envió a sus funcionarios Ben Jayil, Abdías, Zacarías, Natanael y Micaías, para enseñar en las ciudades de Judá. 8 Con ellos envió a los levitas Semaías, Netanías, Zebadías, Asael, Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías y Tobadonías, acompañados por los sacerdotes Elisama y Jorán. 9 Los envió para que, con el libro de la ley del Señor, instruyeran a la gente de Judá. Y ellos recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando al pueblo.
10 Entre tanto, todos los reinos de los países que rodeaban a Judá sentían tal miedo al Señor que no se atrevían a pelear contra Josafat. 11 Al contrario, algunos de los filisteos traían regalos y plata como tributo a Josafat, y los árabes le llevaron siete mil setecientos carneros e igual cantidad de chivos.
12 Así Josafat se fue haciendo sumamente poderoso. Construyó en Judá fortalezas y ciudades para almacenes, 13 y tuvo muchas propiedades en las ciudades de Judá. Tuvo también soldados muy valientes en Jerusalén, 14 cuya lista, según su registro por familias, es la siguiente:
Por Judá, estaba Adnas como comandante de los jefes de batallón, con trescientos mil soldados. 15 Junto a este estaba el jefe Johanán, con doscientos ochenta mil soldados; 16 junto a él estaba Amasías hijo de Zicri, que se había ofrecido voluntariamente para servir al Señor, con doscientos mil valientes soldados.
17 Por Benjamín, estaba Eliada, un valiente guerrero, con doscientos mil hombres armados con arcos y escudos; 18 junto a él estaba Jozabad con ciento ochenta mil hombres en pie de guerra.
19 Estos estaban al servicio del rey, sin contar los que el rey había destinado a las ciudades fortificadas de todo Judá.