Los ayudantes de los sacerdotes
1 Cuando David ya era un anciano, eligió a su hijo Salomón para que fuera rey de Israel.
2-32 David le había dicho al pueblo: «El Dios de Israel le ha dado tranquilidad a su pueblo y ha decidido vivir para siempre en Jerusalén. Los ayudantes de los sacerdotes ya no necesitan transportar la carpa de Dios ni los utensilios que se usan en el culto».
Por eso, David reunió a todos los jefes de Israel, a los sacerdotes y a sus ayudantes, y les dio a conocer sus últimas decisiones con respecto a estos ayudantes. Ellos quedarían bajo las órdenes de los sacerdotes, que eran descendientes de Aarón, y los ayudarían en el trabajo del templo.
David también decidió contar a todos los ayudantes mayores de treinta años, para organizarlos y repartirles los trabajos del templo. En total se contaron treinta y ocho mil ayudantes, y su trabajo fue distribuido de la siguiente manera: Veinticuatro mil para dirigir el trabajo en el templo; seis mil serían asistentes y jueces; cuatro mil vigilarían las entradas del templo, y cuatro mil serían cantores y músicos encargados de la alabanza a Dios con instrumentos musicales que David había hecho. Todos estos ayudantes eran descendientes de Leví.
Luego, David hizo una lista de los descendientes de Leví que eran mayores de veinte años y jefes de sus grupos familiares, y los dividió en tres, según los hijos que tuvo Leví: Guersón, Quehat y Merarí.
Los guersonitas
Guersón tuvo dos hijos:
Ladán,
Simí.
Ladán tuvo tres hijos, y fueron jefes de sus grupos familiares:
Jehiel,
Zetam,
Joel.
Simí tuvo siete hijos:
Selomit,
Haziel,
Harán,
Jáhat,
Ziza,
Jeús,
Beriá.
Como los dos menores, Jeús y Beriá, no tuvieron muchos hijos, fueron contados y registrados como si fueran una familia.
Los quehatitas
Quehat tuvo cuatro hijos:
Amram,
Ishar,
Hebrón,
Uziel.
Amram tuvo dos hijos:
Aarón,
Moisés.
Aarón y sus descendientes fueron elegidos por Dios para que siempre presentaran ante él las ofrendas más sagradas, quemaran el incienso, y sirvieran y bendijeran al pueblo en el nombre de Dios.
Moisés y sus descendientes fueron contados como parte de la tribu de Leví. Moisés tuvo dos hijos:
Guersón,
Eliézer.
El hijo mayor de Guersón fue Sebuel.
Eliézer solo tuvo un hijo llamado Rehabías, quien tuvo muchos hijos.
El hijo mayor de Ishar fue Selomit.
Hebrón tuvo cuatro hijos; sus nombres, del mayor al menor, fueron:
Jerías,
Amarías,
Jahaziel,
Jecamán.
Uziel tuvo dos hijos; sus nombres del mayor al menor, fueron:
Micaías,
Isías.
Los meraritas
Merarí tuvo dos hijos:
Mahli,
Musí.
Mahli tuvo dos hijos:
Eleazar,
Quis.
Eleazar nunca tuvo hijos varones, y las hijas que tuvo se casaron con sus primos, los hijos de Quis.
Musí tuvo tres hijos:
Mahli,
Éder,
Jeremot.
Nuevo trabajo de los ayudantes
Así fue como quedaron inscritos todos estos ayudantes, quienes quedaron a las órdenes de los sacerdotes para ayudarlos en el templo de Dios. De acuerdo al turno y la tarea que les había tocado, los distintos grupos de ayudantes cumplían con estos trabajos:
Cuidar y limpiar los patios del templo, los cuartos y todos los utensilios sagrados.
Ayudar en cualquiera de los cultos que se hacían en el templo.
Tener listo todo lo que se usaba en las ofrendas: el pan santo, la harina, las hojuelas de pan sin levadura, las ofrendas cocidas, la masa y los instrumentos que se usaban para pesar y medir.
Estar presentes en el templo, por la mañana y por la tarde, para dar gracias y alabar a Dios.
Ayudar a los sacerdotes siempre que se presentaban las ofrendas quemadas en honor de Dios, es decir, los sábados, los días de luna nueva y los de fiesta.
Los levitas y sus obligaciones
1 Cuando David llegó a una edad muy avanzada, nombró como rey de Israel a su hijo Salomón. 2 Reunió entonces a todos los jefes de Israel, y a los sacerdotes y levitas. 3 Se contó a los levitas de treinta años de edad para arriba, y al hacer la cuenta resultó que su número era de treinta y ocho mil varones. 4 De estos, veinticuatro mil se destinaron para dirigir la obra del templo, seis mil para ser oficiales y jueces, 5 cuatro mil para ser porteros, y otros cuatro mil para encargarse de alabar al Señor con los instrumentos musicales que David había mandado hacer para tal propósito. 6 David los repartió en grupos, según los hijos que había tenido Leví, es decir, Guersón, Coat y Merari.
7 Los hijos de Guersón: Laadán y Simey. 8 Los hijos de Laadán fueron tres: Yejiel, el mayor, Zetán y Joel. 9 Los hijos de Simey también fueron tres: Selomit, Jaziel y Harán. Estos fueron los jefes de familia de los descendientes de Laadán. 10 Los hijos de Simey fueron cuatro: Yajat, Zina, Jeús y Beria. 11 El mayor era Yajat, y el segundo Zina; pero como Jeús y Beria no tuvieron muchos hijos, para efectos del servicio los contaron como una sola familia.
12 Los hijos de Coat fueron cuatro: Amirán, Isar, Hebrón y Uziel. 13 Los hijos de Amirán fueron Aarón y Moisés. Aarón fue escogido por Dios para dedicar las ofrendas más sagradas, para quemar incienso ante el Señor, y servirle y pronunciar siempre la bendición, cargo que Aarón y sus hijos deberían desempeñar para siempre. 14 A Moisés, el hombre de Dios, y a sus descendientes también se los incluyó en la tribu de Leví.
15 Los hijos de Moisés fueron Guersón y Eliezer. 16 De los hijos de Guersón, el primero fue Sebuel. 17 El primer hijo de Eliezer fue Rejabías, y ya no tuvo más hijos; pero Rejabías sí tuvo muchos. 18 El primer hijo de Isar fue Selomit. 19 Los hijos de Hebrón fueron: Jerías, el primero; Amarías, el segundo; Jahaziel, el tercero; y Jecamán, el cuarto. 20 Los hijos de Uziel fueron: Micaía, el primero, e Isías, el segundo.
21 Los hijos de Merari fueron Mali y Musi. Los hijos de Mali fueron Eleazar y Cis. 22 Eleazar murió sin haber tenido hijos varones: solo tuvo hijas, que se casaron con sus primos, los hijos de Cis. 23 Los hijos de Musi fueron tres: Mali, Edar y Jeremot.
24 Estos fueron los descendientes de Leví de veinte años para arriba, según sus familias, inscritos por nombre en el censo como jefes de familia, los cuales estaban ocupados en los oficios del templo.
25 David había dicho: «El Señor, el Dios de Israel, ha concedido tranquilidad a su pueblo y ha fijado para siempre su propia residencia en Jerusalén. 26 Por eso los levitas ya no tendrán que estar transportando la tienda del Señor ni los objetos que se usan en el culto.»
27 Así pues, se hizo el censo de los descendientes de Leví de veinte años para arriba, conforme a las últimas disposiciones de David, 28 y quedaron a las órdenes de los sacerdotes descendientes de Aarón, para los oficios del templo, como responsables de los atrios, de los cuartos y de la purificación de los objetos sagrados, así como para los demás oficios del templo. 29 Estaban encargados del pan consagrado que se ponía en hileras, de la harina para la ofrenda de cereales, de las hojuelas de pan sin levadura, de las ofrendas cocinadas en sartén, y de la masa y de todos los pesos y medidas. 30 Además, todos los días tenían que estar presentes en el templo, por la mañana y por la tarde, para dar gracias y alabar al Señor, 31 y también los sábados y cuando se ofrecían todos los holocaustos al Señor, lo mismo que en las fiestas de la Luna nueva y en las fiestas especiales, siempre sirviendo al Señor según el número prescrito para ellos. 32 Tenían también a su cargo el cuidado de la tienda del encuentro con Dios y del santuario, y tenían que servir en el templo con sus hermanos de tribu, los descendientes de Aarón.