Esperanza para el futuro
1 El Señor afirma: «¡Ay de los pastores que dejan que mis ovejas se pierdan y dispersen!»
2 El Señor, el Dios de Israel, dice a los pastores que cuidan a su pueblo: «Ustedes han dispersado a mis ovejas, las han hecho huir y no las han cuidado. Pues bien, yo sí tendré el cuidado de castigar las malas acciones de ustedes. Yo, el Señor, lo afirmo. 3 Y yo mismo traeré al resto de mis ovejas de los países adonde las hice huir, y las reuniré y las haré volver a sus pastos, para que tengan muchas crías. 4 Pondré pastores para que las cuiden, para que no tengan nada que temer ni falte ninguna de ellas. Yo, el Señor, lo afirmo.»
5 El Señor afirma:
«Vendrá un día en que haré
que un descendiente legítimo de David
sea un rey que reine con sabiduría
y que actúe con justicia y rectitud en el país.
6 Durante su reinado, Judá estará a salvo,
y también Israel vivirá seguro.
Este es el nombre con que lo llamarán:
“El Señor es nuestra victoria.”»
7 El Señor afirma: «Vendrán días en que ya no dirán en sus juramentos: “Por la vida del Señor, que sacó a los israelitas de Egipto”, 8 sino que al jurar dirán: “Por la vida del Señor, que sacó a los descendientes de Israel, del país del norte y de todos los demás países por donde los había dispersado.” Y vivirán en su propia tierra.»
Mensaje acerca de los profetas
9 Estoy profundamente perturbado;
todo el cuerpo me tiembla,
por causa del Señor
y de sus santas palabras.
¡Hasta parezco un borracho,
alguien bajo el efecto del vino!
10 El país está lleno de adúlteros,
de gente que corre a hacer el mal,
que usa su poder para cometer injusticias.
Por eso el Señor maldijo la tierra,
y la tierra se secó,
y los pastos del desierto se quemaron.
11 Además, el Señor afirma:
«Hasta los profetas y los sacerdotes son impíos;
en mi propio templo los he encontrado haciendo el mal.
12 Por eso su camino
será oscuro y resbaladizo:
yo haré que los empujen y caigan.
Cuando ajuste cuentas con ellos,
traeré sobre ellos la desgracia.
Yo, el Señor, lo afirmo.
13 »Yo he visto a los profetas de Samaria
hacer cosas que me ofenden:
han profetizado en nombre de Baal
y han hecho que mi pueblo Israel se extravíe.
14 Yo he visto a los profetas de Jerusalén
hacer cosas horribles:
cometen adulterios y fraudes,
animan de tal modo a los malvados
que nadie se aparta de su maldad.
Ellos y los habitantes de la ciudad
son para mí como de Sodoma y Gomorra.
15 Por eso yo, el Señor todopoderoso,
digo esto contra los profetas:
Voy a darles de comer algo muy amargo;
voy a darles de beber agua envenenada,
porque de los profetas de Jerusalén
se ha extendido la maldad a todo el país.»
16 El Señor todopoderoso dice:
«Israelitas, no hagan caso
de lo que les dicen estos profetas.
No dicen nada más que mentiras,
cosas que ellos mismos inventan,
y que yo no les he comunicado.
17 A los que desprecian mi palabra,
estos profetas les dicen: “Todo les saldrá bien.”
Y a los que siguen tercamente
las inclinaciones de su corazón,
les dicen: “No les vendrá ningún mal.”»
Exclamación de Jeremías
18 Pero ¿quién asistió al concilio secreto del Señor?,
¿quién ha visto o escuchado su palabra?,
¿quién le ha prestado atención?
19 La ira del Señor es como una tormenta,
como un viento huracanado
que se agita sobre los malvados.
20 La ira del Señor no cesará
hasta que él haya realizado sus propósitos.
Vendrá el tiempo en que ustedes pensarán
y entenderán estas cosas.
Mensaje del Señor contra los falsos profetas
21 «Yo no envié a esos profetas,
y ni siquiera les hablé,
pero ellos salieron corriendo
a hablar en mi nombre.
22 Si hubieran conocido mis secretos,
habrían anunciado a mi pueblo mi palabra;
lo habrían hecho apartarse de su mal camino
y que dejara sus malas acciones.»
23 El Señor afirma:
«Lejos o cerca, yo soy Dios.
24 ¿Quién podrá esconderse de mi vista?
Con mi presencia lleno el cielo y la tierra.
Yo, el Señor, lo afirmo.
25 »He oído las mentiras de esos profetas que pretenden hablar en mi nombre y comunicarse en sueños conmigo. 26 ¿Hasta cuándo esos profetas van a seguir anunciando cosas falsas, esos inventos de su propia imaginación? 27 Con los sueños que se cuentan unos a otros, pretenden hacer que mi pueblo se olvide de mí, como también sus antepasados me olvidaron y se fueron tras Baal. 28-29 ¡Si un profeta tiene un sueño, que diga que es un sueño; pero si recibe mi palabra, que la anuncie fielmente! No se puede comparar la paja con el trigo. Mi palabra es como el fuego, como un martillo que hace polvo la roca. Yo, el Señor, lo afirmo.
30 »Por eso me declaro contra esos profetas que se roban unos a otros mis palabras. Yo, el Señor, lo afirmo. 31 Me declaro contra esos profetas que hacen pasar como mensaje mío cosas que ellos inventan. 32 Me declaro contra esos profetas que cuentan sueños mentirosos; que con sus mentiras y habladurías hacen que mi pueblo se extravíe. Yo no los he enviado ni les he dado orden alguna, así que son incapaces de ayudar al pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo.
Cómo hablar de los mensajes del Señor
33 »Jeremías, si alguien del pueblo, o un profeta o un sacerdote, te pregunta: “¿Cuál es el mensaje del Señor?” diles: “El Señor afirma que ustedes son como una carga, y que la va a dejar caer.” 34 Y si un profeta o un sacerdote o una persona del pueblo usa la frase “mensaje del Señor”, yo lo castigaré, a él y a su familia. 35 Cuando alguien le pregunte a un amigo o familiar suyo, podrá decir: “¿Qué respuesta ha dado el Señor? ¿Qué ha dicho?” 36 Pero no vuelvan a usar la frase “mensaje del Señor”, porque si alguien la usa, haré que ese “mensaje” se vuelva en su contra. Ustedes han pervertido el sentido de las palabras del Dios viviente, de su Dios, el Señor todopoderoso.
37 »Jeremías, pregunta a los profetas: “¿Qué respuesta ha dado el Señor? ¿Qué ha dicho?” 38 Y si dicen “mensaje del Señor”, respóndeles: “El Señor dice: Puesto que ustedes siguen usando la frase que les prohibí que usaran, 39 yo los levantaré como una carga, a ustedes y a la ciudad que les di a ustedes y a sus antepasados, y los dejaré caer lejos de mí. 40 Y para siempre traeré sobre ustedes tal humillación y tal vergüenza que no podrán olvidarlas.”»
© Dios habla hoy ®, Cuarta edición © Sociedades Bíblicas Unidas, 2023.