1 Moisés le habló al pueblo:
«Ustedes son los hijos del Señor su Dios. No se hagan heridas en el cuerpo, ni se rapen la cabeza cuando alguien muera. 2 Porque ustedes son un pueblo que le pertenece al Señor su Dios; él los ha elegido de entre todos los pueblos de la tierra, para que sean su pueblo.
Animales puros e impuros
(Lv 11.1-47)
3 »No coman la carne de animales prohibidos.
4 »Esta es la lista de los animales que ustedes pueden comer: toros, corderos, cabritos, 5 ciervos, gacelas, gamos, cabras monteses y toda clase de venados. 6 Pueden comer de todo animal rumiante que tenga las pezuñas partidas en dos; 7 pero no deben comer de los siguientes animales, aunque sean rumiantes o tengan pezuñas partidas:
»El camello, la liebre y el tejón, deben considerarlos animales impuros, porque son rumiantes pero no tienen pezuñas partidas. 8 El cerdo, porque tiene pezuñas partidas pero no es rumiante. Deben considerarlo impuro. No coman la carne de estos animales ni toquen sus cuerpos muertos.
9 »De los animales que viven en el agua podrán comer de los que tienen aletas y escamas, 10 pero no coman de los que no tienen aletas ni escamas; deben considerarlos animales impuros.
11 »Pueden comer de toda ave pura, 12 pero hay algunas de las cuales no deben comer: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, 13 el milano, y toda clase de halcones, 14 toda clase de cuervos, 15 el avestruz, la lechuza, la gaviota, toda clase de gavilanes, 16 el búho, el ibis, el cisne, 17 el pelícano, el buitre, el cormorán, 18 la cigüeña, la abubilla y el murciélago.
19 »Todo insecto con alas será considerado impuro. No deberán comerlo. 20 Pero las aves consideradas puras sí podrán comerlas.
21 »No coman ningún animal que muera por sí solo, pues ustedes son un pueblo consagrado al Señor su Dios; pero se lo podrán dar al extranjero que viva en las ciudades de ustedes; él sí puede comerlo. Y también pueden vendérselo al extranjero que esté de paso.
»No cocinen cabritos en la leche de su madre.
Instrucciones acerca del diezmo
22 »Cada año, sin falta, deberán ustedes apartar la décima parte de todo lo que sus campos produzcan. 23 De esa décima parte de trigo, de vino y de aceite, y de las primeras crías de sus vacas y ovejas, comerán ustedes delante del Señor su Dios, en el lugar que él escoja para ser adorado. Así aprenderán a respetar siempre al Señor. 24 Si el Señor los bendice con abundante cosecha, pero tienen que hacer un largo viaje por vivir lejos del lugar que él ha elegido para ser adorado, 25 entonces venderán ustedes esa décima parte y el dinero de la venta lo llevarán a ese lugar. 26 Con ese dinero comprarán allí lo que crean más conveniente: bueyes, ovejas, vino o bebida fermentada; en fin, lo que ustedes quieran, y lo comerán allí, delante del Señor su Dios, y harán fiesta junto con su familia.
27 »No se olviden nunca de los levitas que vivan en su población; recuerden que a ellos no les ha tocado tener su propia tierra como a ustedes.
28 »Cada tres años deberán separar la décima parte de su cosecha del año, y almacenarla en su ciudad, 29 para que cuando vengan los levitas, que no tienen tierra, o los extranjeros que viven entre ustedes, o los huérfanos y las viudas, puedan comer, todos ellos, hasta quedar satisfechos. Así el Señor su Dios los bendecirá en todo lo que hagan.»