La tarea del profeta
1 Israelitas, escuchen lo que el Señor dice contra ustedes y contra todo el pueblo que sacó de Egipto:
2 «Solo a ustedes los he escogido
de entre todos los pueblos de la tierra.
Por eso vendré y los castigaré
por todas las maldades que han cometido.»
3 Si dos andan juntos, es porque están de acuerdo;
4 si el león ruge en el bosque, es porque ya tiene presa;
si el cachorro gruñe en la cueva, es porque algo cazó;
5 si un pájaro queda atrapado, es porque había una trampa;
si la trampa salta del suelo, es porque algo ha atrapado;
6 si la trompeta suena en la ciudad, la gente se alarma;
si una ciudad afronta una desgracia, es porque el Señor la ha mandado.
7 Ciertamente el Señor nunca hará nada
sin revelarlo a sus siervos los profetas.
8 Si el león ruge, ¿quién no temerá?
Si el Señor habla, ¿quién no profetizará?
Destrucción de Samaria
9 Anuncien ustedes en los palacios de Asdod
y en los palacios de Egipto:
«Vengan a los montes de Samaria;
vean los desórdenes que hay en ella
y la violencia que allí se sufre.»
10 El Señor afirma:
«Ellos no saben actuar con rectitud;
amontonan en sus palacios lo que han saqueado con violencia.»
11 Por tanto, así dice el Señor:
«Un enemigo rodeará el país,
derribará tu fortaleza
y saqueará tus palacios.»
12 Así dice el Señor:
«Como el pastor rescata de la boca del león
un par de patas o la punta de una oreja,
así serán rescatados los israelitas
que viven en Samaria,
esos que se recuestan en lujosos divanes de Damasco.»
13 El Señor, el Dios todopoderoso, afirma:
«Oigan ustedes y den testimonio contra el pueblo de Jacob,
14 pues el día en que yo venga a castigar a Israel por sus crímenes,
destruiré los altares de Betel;
los cuernos del altar serán cortados
y caerán a tierra.
15 Destruiré las casas de invierno y de verano,
pondré fin a las casas de marfil
y desaparecerán las grandes mansiones.»
Esto lo afirma el Señor.
© Dios habla hoy ®, Cuarta edición © Sociedades Bíblicas Unidas, 2023.