1 Así dice el Señor:
«Los de Moab han cometido tantos crímenes
que no dejaré de castigarlos;
pues quemaron los huesos del rey de Edom
hasta convertirlos en ceniza.
2 Por eso prenderé fuego al país de Moab,
y ese fuego destruirá los palacios de Queriot;
y entre alaridos de guerra
y toques de trompeta,
los moabitas morirán.
3 ¡Arrancaré de su pueblo al que gobierna;
y haré que mueran él y todos sus jefes principales!»
Esto lo dice el Señor.

4 Así dice el Señor:
«Los de Judá han cometido tantos crímenes
que no dejaré de castigarlos;
pues rechazaron la instrucción del Señor
y lejos de obedecer sus ordenanzas
se descarriaron tras sus falsos dioses,
los mismos que sus padres habían adorado.
5 Por eso le prenderé fuego a Judá,
y ese fuego destruirá los palacios de Jerusalén.»
Juicio sobre Israel
6 Así dice el Señor:
«Los de Israel han cometido tantos crímenes
que no dejaré de castigarlos;
pues por dinero venden al que es justo;
y al pobre, a cambio de un par de sandalias.
7 Pisotean brutalmente a los pobres,
y pervierten la conducta de los oprimidos.
El padre y el hijo se acuestan con la misma joven,
y así profanan mi santo nombre.
8 Sobre ropas recibidas como prenda,
se tienden en el templo de su dios,
y al lado de cualquier altar
beben el vino que compraron con las multas.
9 Sin embargo, en el pasado
yo los libré por completo de los amorreos;
derribé a esos altos cedros,
¡desarraigué a esos fuertes robles!
10 Pero a ustedes los saqué del país de Egipto,
y cuarenta años los conduje por el desierto,
para darles como herencia el país de los amorreos.
11 No pueden negar, israelitas,
que de entre ustedes levanté profetas,
y que llamé a sus mejores para ser mis nazareos.»
El Señor lo afirma.

12 «Como ustedes dieron vino a los nazareos,
y a los profetas les prohibieron profetizar,
13 yo a ustedes los voy a aplastar
como con un carro cargado de granos.
14 Ni los más veloces podrán escapar,
ni los más fuertes podrán ejercer su fuerza,
y tampoco los guerreros podrán salvarse.
15 Los arqueros no podrán resistir;
y tampoco se salvarán los veloces,
ni los que montan a caballo.
16 Aquel día escaparán desnudos
hasta los más valientes de los guerreros.»
El Señor lo afirma.