SALMO 146 (145)
Alabanzas a los hechos de Dios
1 ¡Aleluya!

Alabaré al Señor con toda mi alma.
2 Alabaré al Señor mientras yo viva;
cantaré himnos a mi Dios mientras yo exista.
3 No pongan su confianza en hombres arrogantes;
en simples hombres que no pueden salvar,
4 pues cuando mueren vuelven al polvo,
y ese mismo día terminan sus proyectos.

5 Verdaderamente feliz es
quien recibe ayuda del Dios de Jacob,
quien pone su esperanza en el Señor su Dios.
6 Él hizo el cielo, la tierra y el mar,
y todo lo que hay en ellos.
Él siempre mantiene su palabra.
7 Hace justicia a los oprimidos
y da de comer a los hambrientos.

El Señor da libertad a los presos;
8 el Señor devuelve la vista a los ciegos;
el Señor levanta a los caídos;
el Señor ama a la gente honrada;
9 el Señor protege a los extranjeros
y sostiene a los huérfanos y a las viudas,
pero hace que los malvados pierdan el camino.

10 Oh Sión, el Señor reina por siempre;
tu Dios reina por todos los siglos.

¡Aleluya!
Dios bendice a los que en él confían
SALMO 146 (145)
1-2 ¡Alabemos a Dios!

Yo quiero alabarlo,
y mientras tenga vida
le cantaré himnos a mi Dios.

3 No confíen en nadie,
que ni el hombre más poderoso
es capaz de salvarlos.
4 Cuando ese hombre muere,
se vuelve polvo;
y ese día mueren con él
todos los planes que hizo.

5 ¡El Dios de Israel
bendice a los que en él confían!
6-7 Dios hizo el cielo y la tierra,
el mar y todo lo que hay en él.
Dios siempre cumple sus promesas:
hace justicia a los que son maltratados
por los poderosos,
da de comer a los hambrientos,
y pone en libertad a los presos.
8 Dios da vista a los ciegos,
levanta a los caídos
y ama a los justos.
9 Dios cuida de la gente sin patria,
y sostiene a huérfanos y a viudas.
Dios hace que fracasen
los planes de los malvados.

10 Ciudad de Jerusalén,
¡que tu Dios reine por siempre,
por todos los siglos!

¡Alabemos a nuestro Dios!