Ezequías recibe a los enviados de Babilonia
(2~R 20.12-192~Cr 32.27-31)
1 Por aquellos días el rey Merodac Baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, supo que Ezequías había estado enfermo pero que ya había recobrado la salud, y por medio de unos mensajeros le envió cartas y un regalo. 2 Ezequías se alegró de su visita, y les mostró su tesoro, la plata y el oro, los perfumes, el aceite fino y su depósito de armas, y todo lo que se encontraba en sus depósitos. No hubo nada en su palacio ni en todo su reino que no les mostrara. 3 Entonces vino el profeta Isaías a ver al rey Ezequías, y le preguntó:
—¿De dónde vinieron esos hombres, y qué te dijeron?
Ezequías respondió:
—Vinieron de Babilonia, un país lejano.
4 Isaías le preguntó:
—¿Y qué vieron en tu palacio?
Ezequías contestó:
—Vieron todo lo que hay, no hubo nada en mis depósitos que yo no les mostrara.
5 Isaías dijo entonces a Ezequías:
—Escucha este mensaje del Señor todopoderoso: 6 “Vienen días en que todo lo que hay en tu palacio, y todo lo que juntaron tus antepasados hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia. Aquí no quedará nada. 7 Aun a algunos de tus propios descendientes se los llevarán a Babilonia, y los castrarán y los pondrán al servicio del rey, en su palacio.”
8 Ezequías, pensando que al menos durante su vida habría paz y seguridad, respondió a Isaías:
—El mensaje que me has traído de parte del Señor me es favorable.
Los mensajeros de Babilonia
(2 R 20.12-192 Cr 32.27-31)
1 Merodac-baladán hijo de Baladán, que era rey de Babilonia, se enteró de que Ezequías había estado enfermo, así que le envió mensajeros con cartas y un regalo. 2 Ezequías les dio la bienvenida y les mostró todos los tesoros del palacio, el oro y la plata, los perfumes, los aceites finos, y las armas y todo lo que había en las bodegas. Recorrieron todo el palacio y el reino, y no hubo nada que Ezequías no les mostrara.
3 Entonces el profeta Isaías fue a ver al rey y le preguntó:

—¿Y esa gente de dónde vino? ¿Qué te dijeron?

Ezequías respondió:

—Vinieron de Babilonia, que es un país muy lejano.

4 Isaías le preguntó:

—¿Qué vieron en tu palacio?

Ezequías contestó:

—¡Todo! Les mostré todo lo que tengo en mi palacio y en mis bodegas.

5 Entonces Isaías le dijo:

—Escucha este mensaje de parte de Dios: 6 “En el futuro, todo lo que hay en tu palacio será llevado a Babilonia. Se llevarán todo lo que juntaron tus antepasados hasta el día de hoy. No va a quedar nada. 7 También a algunos de tus hijos se los llevarán a Babilonia, y allí los harán esclavos y no les permitirán tener descendientes”.

8 Ezequías pensó que por lo menos vivirían seguros y en paz mientras él fuera rey, así que le respondió a Isaías:

—Sí así lo quiere Dios, está bien.