Regreso del pueblo a Sión
1 ¡Que se alegre el desierto!
¡Que la tierra seca florezca y se llene de alegría!
2 ¡Que produzca flores como el lirio,
que se llene de gozo y alegría!
Dios lo va a hacer tan bello como el Líbano,
tan fértil como el Carmelo y el valle de Sarón.
Todos verán la gloria del Señor,
la majestad de nuestro Dios.
3 Fortalezcan a los débiles,
animen a los agobiados,
4 digan a los afligidos:
«¡Ánimo, no tengan miedo!
¡Aquí está su Dios para salvarlos,
y para castigar a sus enemigos como merecen!»
5 Entonces los que no pueden ver verán,
y los que no pueden oír oirán;
6 los que no pueden andar saltarán como venados,
y gritarán los que no pueden hablar.
En el desierto, tierra seca,
brotará el agua a torrentes.
7 El desierto será un lago,
la tierra seca se llenará de manantiales.
Donde ahora viven los chacales,
crecerán plantas y juncos.
8 Y habrá allí una calzada
a la que llamarán «el camino sagrado».
Los que no estén purificados
no podrán pasar por allí;
tampoco por ahí andarán los necios.
9 Allí no habrá leones
ni se acercarán las fieras.
Por ese camino volverán los libertados,
10 los que el Señor ha redimido;
entrarán en Sión con cantos de alegría,
y alegres vivirán para siempre.
Hallarán dicha y felicidad,
y desaparecerán el llanto y el dolor.
Los israelitas volverán a Jerusalén
1 Isaías anunció:
«¡El desierto florecerá
y la tierra seca dará fruto!
2 Todo el mundo se alegrará
porque Dios le dará al desierto
la belleza del monte del Líbano,
la fertilidad del monte Carmelo
y la hermosura del valle de Sarón.
3 »Fortalezcan a los débiles,
den fuerza a los cansados,
4 y digan a los tímidos:
“¡Anímense, no tengan miedo!
Dios vendrá a salvarlos,
y a castigar a sus enemigos”.
5 »Entonces se abrirán
los ojos de los ciegos
y se destaparán
los oídos de los sordos;
6-7 los que no pueden andar
saltarán como venados,
y los que no pueden hablar
gritarán de alegría.
»En medio del árido desierto
brotará agua en abundancia;
en medio de la tierra seca
habrá muchos lagos y manantiales;
crecerán cañas y juncos
donde ahora habitan los chacales,
8 en pleno desierto habrá un sendero
al que llamarán “Camino Sagrado”.
»No pasarán por ese camino
ni los impuros ni los necios;
9 no se acercarán a él
ni los leones ni otras fieras.
Ese camino es para los israelitas,
que han estado prisioneros,
10 pero que Dios va a liberar.
Y ellos entrarán en Jerusalén
cantando con mucha alegría,
y para siempre vivirán felices.
Se acabarán el llanto y el dolor,
y solo habrá alegría y felicidad».