SALMO 108 (107)
Mi corazón está dispuesto
(Sal 57.7-11Sal 60.5-12)
1 (1) Cántico y salmo de David.
1 1 (2) Mi corazón está dispuesto, Dios mío,
¡dispuesto a cantarte himnos!
Despierta, alma mía;
2 2 (3) despierten, arpa y salterio;
¡despertaré al nuevo día!
3 3 (4) Te alabaré con himnos, Señor,
en medio de pueblos y naciones,
4 4 (5) pues tu amor es más grande que los cielos.
¡Tu lealtad alcanza el cielo azul!
5 5 (6) ¡Dios mío, tú estás por encima del cielo;
tu gloria llena toda la tierra!
6 6 (7) Sálvanos con tu poder,
para que el pueblo que tú amas
sea verdaderamente libre.
¡Respóndenos!

7 7 (8) Desde su santuario Dios habló:
«¡Con qué alegría dividiré Siquén
y repartiré el valle de Sucot!
8 8 (9) Galaad y Manasés me pertenecen;
Efraín es el casco que cubre mi cabeza;
Judá es mi bastón de mando;
9 9 (10) Moab es la palangana en que me lavo;
sobre Edom arrojaré mi sandalia;
¡cantaré victoria sobre los filisteos!»

10 10 (11) ¿Quién me llevará a la ciudad amurallada?
¿Quién me guiará hasta Edom?
11 11 (12) Pues tú, oh Dios, nos has rechazado;
¡no sales ya con nuestras tropas!
12 12 (13) Ayúdanos contra el enemigo,
pues nada vale la ayuda del hombre.
13 13 (14) Pero si tú, oh Dios, nos ayudas
y aplastas a nuestros enemigos,
¡haremos grandes cosas!
Petición de ayuda contra el enemigo
(Sal. 57.7-11Sal. 60.5-12)
Cántico. Salmo de David.
1 Mi corazón está dispuesto, oh Dios;
Cantaré y entonaré salmos; esta es mi gloria.
2 Despiértate, salterio y arpa;
Despertaré al alba.
3 Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos;
A ti cantaré salmos entre las naciones.
4 Porque más grande que los cielos es tu misericordia,
Y hasta los cielos tu verdad.

5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios,
Y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria.
6 Para que sean librados tus amados,
Salva con tu diestra y respóndeme.

7 Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;
Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
8 Mío es Galaad, mío es Manasés,
Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.
9 Moab, la vasija para lavarme;
Sobre Edom echaré mi calzado;
Me regocijaré sobre Filistea.

10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada?
¿Quién me guiará hasta Edom?
11 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,
Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?
12 Danos socorro contra el adversario,
Porque vana es la ayuda del hombre.
13 En Dios haremos proezas,
Y él hollará a nuestros enemigos.