Job
1-2 ¡No hay duda! ¡Ustedes son la voz del pueblo,
y cuando mueran se acabará la sabiduría!
3 Pero también yo tengo entendimiento,
y en nada soy inferior a ustedes.
¿Quién no sabe todo esto?
4 Aunque soy inocente e intachable,
y en otro tiempo Dios oía mis súplicas,
ahora mis amigos se ríen de mí.
5 El que se siente seguro desprecia al infeliz;
no le importa empujar al que está por caer.
6 Los bandidos tienen paz en sus hogares;
los que ofenden a Dios viven tranquilos,
pues creen que lo tienen en un puño.
7 Pero pregunta a las bestias o a las aves,
que ellas te pueden enseñar.
8 También a la tierra y a los peces del mar
puedes pedirles que te instruyan.
9 ¿Hay alguien que todavía no sepa
que Dios lo hizo todo con sus manos?
10 En sus manos está la vida
de todo ser viviente.
11 El oído distingue las palabras,
como el paladar reconoce los sabores.
12 Los ancianos tienen sabiduría;
la edad les ha dado entendimiento.
13 Pero Dios es sabio y poderoso;
él hace planes, y los lleva a cabo.
14 Lo que Dios destruye, nadie lo puede reconstruir;
al que Dios encierra, nadie lo puede libertar.
15 Si él retiene la lluvia, todo se seca;
si le da salida, se inunda la tierra.
16 Su poder le da siempre la victoria.
De él dependen el engañado y el que engaña.
17 Él hace que los sabios pierdan la inteligencia
y que los jueces pierdan la razón.
18 A los reyes los hace perder autoridad,
y deja que los lleven cautivos y desnudos.
19 Quita de su oficio a los sacerdotes,
y derroca a los que están en el poder.
20 Deja sin palabras a los consejeros,
y hace que pierdan el buen juicio los ancianos.
21 Deja sin honra a los grandes señores,
y hace que los fuertes pierdan su fuerza.
22 Da a conocer secretos ignorados,
cosas que nunca antes salieron a la luz.
23 Él engrandece o destruye a las naciones,
las dispersa o las vuelve a reunir.
24 Aturde la inteligencia de los gobernantes,
y los deja perderse por lugares sin camino;
25 los hace andar a tientas en la oscuridad,
y dar de tumbos como borrachos.
Job proclama el poder y la sabiduría de Dios
1 Respondió entonces Job, diciendo:
2 Ciertamente vosotros sois el pueblo,
Y con vosotros morirá la sabiduría.
3 También tengo yo entendimiento como vosotros;
No soy yo menos que vosotros;
¿Y quién habrá que no pueda decir otro tanto?
4 Yo soy uno de quien su amigo se mofa,
Que invoca a Dios, y él le responde;
Con todo, el justo y perfecto es escarnecido.
5 Aquel cuyos pies van a resbalar
Es como una lámpara despreciada de aquel que está a sus anchas.
6 Prosperan las tiendas de los ladrones,
Y los que provocan a Dios viven seguros,
En cuyas manos él ha puesto cuanto tienen.
7 Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán;
A las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán;
8 O habla a la tierra, y ella te enseñará;
Los peces del mar te lo declararán también.
9 ¿Qué cosa de todas estas no entiende
Que la mano de Jehová la hizo?
10 En su mano está el alma de todo viviente,
Y el hálito de todo el género humano.
11 Ciertamente el oído distingue las palabras,
Y el paladar gusta las viandas.
12 En los ancianos está la ciencia,
Y en la larga edad la inteligencia.
13 Con Dios está la sabiduría y el poder;
Suyo es el consejo y la inteligencia.
14 Si él derriba, no hay quien edifique;
Encerrará al hombre, y no habrá quien le abra.
15 Si él detiene las aguas, todo se seca;
Si las envía, destruyen la tierra.
16 Con él está el poder y la sabiduría;
Suyo es el que yerra, y el que hace errar.
17 Él hace andar despojados de consejo a los consejeros,
Y entontece a los jueces.
18 Él rompe las cadenas de los tiranos,
Y les ata una soga a sus lomos.
19 Él lleva despojados a los príncipes,
Y trastorna a los poderosos.
20 Priva del habla a los que dicen verdad,
Y quita a los ancianos el consejo.
21 Él derrama menosprecio sobre los príncipes,
Y desata el cinto de los fuertes.
22 Él descubre las profundidades de las tinieblas,
Y saca a luz la sombra de muerte.
23 Él multiplica las naciones, y él las destruye;
Esparce a las naciones, y las vuelve a reunir.
24 Él quita el entendimiento a los jefes del pueblo de la tierra,
Y los hace vagar como por un yermo sin camino.
25 Van a tientas, como en tinieblas y sin luz,
Y los hace errar como borrachos.