Ciudades de refugio
(Nm 35.9-28Jos 20.1-9)1 De nuevo, Moisés tomó la palabra:
«Cuando el Señor su Dios haya destruido a las naciones y les dé a ustedes posesión de las tierras que ahora son de ellas, ustedes serán los nuevos dueños de las ciudades y casas de esas naciones. 2 Entonces apartarán tres ciudades del país que el Señor su Dios les da en propiedad, 3 y arreglarán el camino que lleva a ellas. Además, dividirán en tres partes el territorio que el Señor su Dios les da en posesión, para que todo aquel que mate a alguien pueda refugiarse en cualquiera de ellas. 4 El que mató podrá refugiarse allí y salvar su vida, si demuestra que lo hizo sin intención y sin que hubiera enemistad entre ellos. 5 Por ejemplo, si alguien va con su compañero al bosque a cortar leña y, al dar el hachazo se le escapa del mango el hacha y alcanza a su compañero y lo mata, podrá huir a una de esas ciudades, y de esta manera salvará su vida. 6 De lo contrario, si el camino es largo, un pariente cercano del muerto, que quiera vengarlo, podría perseguir con rabia al que lo mató, y alcanzarlo y matarlo, cuando en realidad no merecía la muerte, puesto que nunca antes fueron enemigos. 7 Por eso les mando que aparten tres ciudades, 8 y cuando el Señor su Dios agrande el territorio de ustedes y les dé toda la tierra, tal como lo prometió a sus antepasados, 9 entonces añadirán otras tres ciudades de refugio a las tres que ya tenían. Recuerden, amen al Señor su Dios y sigan siempre sus caminos. Así podrán lograr todo eso, siempre y cuando pongan en práctica estos mandamientos que hoy les doy. 10 De esta manera podrán proteger vidas inocentes en todo el territorio que el Señor su Dios les da en propiedad, y evitarán que caiga sobre ustedes la responsabilidad de alguna muerte.
11 »Pero si un hombre es enemigo de otro y le sigue los pasos, y llegada la ocasión se lanza sobre él y lo mata, y huye después a una de las ciudades de refugio, 12 entonces los consejeros de la ciudad darán la orden de que se lo arreste y se lo entregue en manos del pariente más cercano del muerto, para que sea condenado a muerte. 13 No le tengan compasión a ese asesino. No permitan en Israel la muerte de gente inocente. Si se conducen así, todas las cosas les saldrán bien.
14 »En el país que el Señor su Dios les va a dar, respetarán los linderos de la propiedad de su vecino, tal como fueron fijados en tiempos pasados.
Instrucciones acerca de los testigos falsos
15 »La acusación de un único testigo no será suficiente para demostrar que una persona ha cometido un crimen, delito o falta. La acusación tendrá valor solo cuando la presenten dos o tres testigos.
16 »Si algún malvado se presenta como testigo falso contra alguien, y lo acusa de haber cometido un delito, 17 entonces las dos personas en pleito se presentarán ante el Señor y ante los sacerdotes y jueces que en aquellos días estén en funciones. 18 Los jueces examinarán el caso con toda atención, y si resulta falsa la declaración presentada por el testigo contra la otra persona, 19 se le hará sufrir la misma sentencia que él quería para el otro. Así acabarán con la maldad que haya en medio de ustedes. 20 Y cuando los demás lo sepan, tendrán miedo y ya no se atreverán a cometer una acción tan malvada. 21 No tengan compasión: cobren vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.»
Las ciudades de refugio
(Nm 35.9-28)1 »Cuando el Señor tu Dios haya destruido a las naciones cuya tierra el Señor tu Dios te da en posesión, y tú la hayas ocupado y habites en sus ciudades y en sus casas;
2 en la tierra que el Señor tu Dios te da en posesión apartarás tres ciudades.
3 Dividirás en tres partes la tierra que el Señor tu Dios te da en posesión, y arreglarás los caminos para que todo homicida pueda huir a ellas.
4 »Estas son las reglas para el homicida que huya a ellas: vivirá el que, sin proponérselo y sin antes haber tenido enemistad con su prójimo, lo hiera de muerte.
5 Por ejemplo, si va al monte a cortar leña en compañía de su prójimo y, al soltar el golpe con el hacha para cortar algún árbol, esta se suelta del mango y golpea a su prójimo y este muere; entonces podrá huir a una de estas ciudades, y quedar con vida.
6 De lo contrario, si el camino es largo, el que quiera vengar al muerto podría perseguir al homicida y alcanzarlo y, enfurecido, herirlo de muerte, cuando en realidad no merecía morir porque nunca antes medió enemistad con su prójimo.
7 »Por lo tanto, yo te mando que apartes tres ciudades.
8 Y si el Señor tu Dios ensancha tu territorio, como se lo juró a tus padres, y te da toda la tierra que prometió dar a tus padres,
9 entonces a estas tres ciudades añadirás tres más, siempre y cuando cumplas todos estos mandamientos que hoy te prescribo, y los pongas por obra, y ames al Señor tu Dios y vayas siempre por sus caminos.
10 Así no se derramará sangre inocente en la tierra que el Señor tu Dios te da en posesión, ni serás culpado de derramar sangre.
11 »Pero si alguien aborrece a su prójimo y lo acecha, y se levanta contra él y le quita la vida, aunque huya a alguna de estas ciudades
12 los ancianos de su ciudad mandarán sacarlo de allí, y lo entregarán al vengador del homicidio para que lo mate.
13 No lo compadezcas, sino quita de Israel al que derrame sangre inocente. Así te irá bien.
14 »Cuando tomes posesión de la tierra que el Señor tu Dios te da, no reduzcas los linderos de la propiedad de tu prójimo, que tus antepasados fijaron.
Leyes sobre el testimonio
15 »En caso de algún delito o pecado relacionado con alguna ofensa cometida, no se tomará en cuenta contra nadie a un solo testigo. La acusación se mantendrá solo por el testimonio de dos o tres testigos.
16 »Cuando algún testigo acuse falsamente a alguien,
17 las dos partes se presentarán delante del Señor, y delante de los sacerdotes y jueces que en esos días estén en funciones.
18 Los jueces investigarán el caso, y si el testigo resulta ser falso, y falsamente acusa a su hermano,
19 entonces se hará con él lo que él había pensado hacer con su hermano. Así quitarás el mal de en medio de ti,
20 y el resto de la gente se enterará y temerá, y no se volverá a cometer una maldad semejante en tu medio.
21 »No tengas compasión de nadie. Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.