1 La guerra entre la casa de Saúl y la casa de David fue larga, pero mientras que la de David iba haciéndose más y más fuerte, la de Saúl se iba debilitando.
La familia de David
(1~Cr 3.1-4)2-5 Estos fueron los hijos que tuvo David cuando estaba en Hebrón: el mayor, Amnón, hijo de Ajinoán, la de Jezrel; el segundo, Quilab, hijo de Abigaíl, la viuda de Nabal, el de Carmel; el tercero, Absalón, hijo de Macá, la hija de Talmay, rey de Gesur; el cuarto, Adonías, hijo de Jaguit; el quinto, Sefatías, hijo de Abital; el sexto, Itreán, hijo de Egla, otra mujer de David.
Abner hace un trato con David
6 Mientras continuaba la guerra entre la casa de Saúl y la casa de David, Abner adquiría cada vez más poder sobre la casa de Saúl. 7 Saúl había tenido una concubina llamada Rispá hija de Ayá, con la que Abner tuvo relaciones. Por lo tanto, Isboset le reclamó a Abner:
—¿Por qué te acostaste con la concubina de mi padre?
8 Abner se enojó mucho por el reclamo de Isboset, y le contestó:
—¿Acaso soy un perro al servicio de Judá? Yo he sido fiel a la casa de Saúl, a tu padre, y a sus parientes y amigos, y no te he entregado en manos de David. ¿Y ahora tú me acusas de haber pecado con una mujer? 9 ¡Que el Señor me castigue duramente si no ayudo a David a lograr lo que el Señor le ha prometido! 10 Dios dijo que no permitiría que nadie de la dinastía de Saúl llegara a ser rey. En cambio, sí dijo que David llegaría a ser rey tanto de Israel como de Judá, desde Dan al norte, hasta Berseba al sur.
11 Isboset no pudo responderle a Abner una sola palabra, porque le tenía miedo. 12 Abner, por su parte, envió mensajeros a decirle a David: «¿De quién es el país? Hagamos un trato: yo haré cuanto esté a mi alcance para que todo Israel se ponga de tu parte.»
13 David le contestó: «Estoy de acuerdo en hacer un pacto contigo, pero con la condición de que, cuando vengas a verme, no te presentes ante mí si no traes contigo a Mical, la hija de Saúl.» 14 Además, David envió mensajeros a Isboset, para que le dijeran: «Entrégame a Mical, mi mujer, con la que me casé a cambio de cien prepucios de filisteos.»
15 Entonces Isboset mandó que se la quitaran a Paltiel hijo de Lais, que era su marido; 16 pero Paltiel se fue detrás de ella, llorando, y la siguió hasta Bajurín. Allí Abner le ordenó que regresara a su casa, y Paltiel así lo hizo.
17 Más tarde, Abner habló con los consejeros de Israel, y les dijo: «Ya hace tiempo que ustedes andan buscando que David sea su rey. 18 Pues bien, ha llegado el momento de actuar, porque el Señor ha prometido a David, su siervo, que por medio de él librará a Israel, su nación, del dominio de los filisteos y del poder de todos sus enemigos.»
19 Abner habló también con la gente de Benjamín, y después fue a Hebrón para comunicarle a David el parecer de Israel y de toda la tribu de Benjamín. 20 Acompañado de veinte hombres llegó a Hebrón, donde estaba David, y David hizo un banquete para él y los que lo acompañaban. 21 Luego Abner le dijo a David:
—Ahora debo irme para reunir a todo Israel, para que hagan un pacto con Su Majestad, y que así Su Majestad reine conforme a sus deseos.
Y David despidió a Abner, el cual se fue tranquilamente.
Joab mata a Abner
22 En ese momento Joab y los seguidores de David llegaron de una de sus correrías. Llevaban consigo gran cantidad de cosas que le habían quitado al enemigo. Abner no estaba ya con David en Hebrón, pues se había ido tranquilamente después de que David lo despidió. 23 Al llegar Joab con todo el ejército que lo acompañaba, le contaron que Abner hijo de Ner había estado antes con el rey, y que se había ido después de que el rey lo despidió. 24 Entonces Joab fue a ver al rey, y le dijo:
—¿Qué es lo que ha hecho Su Majestad? Abner ha venido a ver a Su Majestad, ¿y Su Majestad ha dejado que se vaya? 25 ¿Acaso no sabe Su Majestad que Abner hijo de Ner ha venido a engañarlo, a espiar sus movimientos, y a enterarse de todo lo que Su Majestad hace?
26 En cuanto Joab salió de hablar con David, envió mensajeros en busca de Abner, sin que David lo supiera, y estos lo hicieron volver desde el pozo de Sira. 27 Cuando Abner llegó a Hebrón, Joab lo llevó a un lado de la puerta de la ciudad, para hablar con él a solas, y allí lo hirió de muerte en el vientre, para vengar la muerte de su hermano Asael. 28 Más tarde, cuando David lo supo, dijo: «Ante el Señor, mi reino y yo somos completamente inocentes del asesinato de Abner hijo de Ner. 29 ¡Que la culpa recaiga sobre la cabeza de Joab y sobre toda su familia, y que nunca falte en su casa quien sufra de flujo, lepra o cojera, ni quien sea asesinado o padezca hambre!»
30 Joab y Abisay mataron a Abner porque en la batalla de Gabaón Abner había matado al hermano de ellos.
31 Después David ordenó a Joab y a todo el grupo que lo acompañaba: «Rásguense la ropa y vístanse con ropas ásperas, y guarden luto por la muerte de Abner.» El rey David marchó detrás de la camilla, 32 y enterraron a Abner en Hebrón. Allí el rey comenzó a llorar a voz en cuello junto al sepulcro de Abner, y lo mismo hizo toda la gente. 33 Entonces el rey entonó este canto fúnebre por Abner:
«¿Por qué tenías que morir, Abner,
de manera tan absurda,
34 si tus manos no estaban atadas
ni encadenados tus pies?
¡Has muerto como quien muere
a manos de gente malvada!»
También la gente siguió llorando por él. 35 Luego fueron a rogarle a David que comiera algo antes de que terminara el día, pero David juró, diciendo:
—¡Que Dios me castigue duramente, si pruebo pan o alguna otra cosa antes de que se ponga el sol!
36 Todos comprendieron esto y les pareció bien, pues todo lo que el rey hacía agradaba a la gente. 37 Aquel día todos los israelitas quedaron convencidos de que el rey no había tenido nada que ver con la muerte de Abner hijo de Ner.
38 Luego el rey dijo a sus oficiales:
—Como ustedes saben, hoy ha caído en Israel un jefe principal, una gran personalidad. 39 Por eso yo, aunque soy el rey que Dios ha escogido, me siento débil ante la extremada violencia de los hijos de Seruyá. ¡Que el Señor le dé su merecido a quien cometió esta maldad!
1 La guerra entre las familias de Saúl y de David fue larga, pero mientras que la familia de David se iba fortaleciendo, la de Saúl se iba debilitando.
Los hijos de David nacidos en Hebrón
(1 Cr 3.1-4)2 En Hebrón le nacieron hijos a David. Su primogénito fue Amnón, hijo de Ajinoán la jezreelita;
3 el segundo fue Quilab, hijo de Abigaíl, la mujer de Nabal, el de Carmel; el tercero fue Absalón, hijo de Macá, la hija de Talmay, el rey de Gesur;
4 el cuarto fue Adonías, hijo de Jaguit; el quinto fue Sefatías, hijo de Abital;
5 el sexto fue Itreán, hijo de Egla, también mujer de David. Estos fueron los hijos que le nacieron a David en Hebrón.
Abner pacta con David en Hebrón
6 En la guerra que había entre las familias de Saúl y de David, Abner defendía a la familia de Saúl.
7 Como Saúl había tenido una concubina, la cual se llamaba Rispá y era hija de Ayá, un día Isboset increpó a Abner:
«¿Por qué te has acostado con la concubina de mi padre?»
8 Abner se disgustó por el reclamo de Isboset, y le dijo:
«¿Acaso piensas que soy un simple perro, al servicio de Judá? ¿Yo, que he tratado con misericordia a la familia de Saúl, tu padre, y a sus familiares y amigos? ¿Yo, que no te he puesto en las manos de David? ¡Y ahora vienes a reclamarme por andar con esa mujer!
9 Que el Señor me castigue duramente, y más aún, si no hago con David lo que Dios le prometió
10 y pongo en sus manos el reino de Saúl, y lo confirmo como rey de Israel y de Judá, desde Dan hasta Berseba.»
11 Isboset lo escuchó, y no pudo responderle porque le tenía miedo.
12 Entonces Abner envió mensajeros a David para preguntarle:
«¿De quién es el país? Aquí tienes mi mano. Hagamos un pacto, y me comprometo a hacer que todo Israel te reconozca como rey.»
13 Al oír David esta propuesta, respondió:
«Acepto tu propuesta, con una condición: Cuando vengas a verme, trae contigo a Mical, la hija de Saúl. Si no la traes, mejor no vengas.»
14 Después de esto, David mandó a decir a Isboset, el hijo de Saúl, que le devolviera a Mical, porque era su mujer, pues por ella había entregado cien prepucios de los filisteos.
15 Isboset ordenó entonces que fueran a casa de Paltiel hijo de Lais y le quitaran a Mical.
16 Paltiel se fue llorando tras ella, hasta llegar a Bajurín, pero Abner le ordenó que se regresara a su casa y Paltiel obedeció.
17 Luego, Abner habló con los ancianos de Israel y les dijo:
«Hace tiempo que ustedes procuran que David sea el rey de Israel.
18 Háganlo ahora, porque el Señor ha hablado con él y le ha dicho: “Tú serás el instrumento que yo usaré para librar a mi pueblo del poder de los filisteos y de todos sus enemigos.”»
19 Luego fue y habló con los benjaminitas, y después de eso se dirigió a Hebrón para comunicarle a David que el pueblo de Israel y los benjaminitas estaban de acuerdo.
20 Para visitar a David en Hebrón, Abner se hizo acompañar de veinte hombres, y David les ofreció un banquete a todos ellos.
21 Allí Abner le hizo a David esta promesa:
«Me propongo reunir a todo el pueblo de Israel, para que hagan un pacto contigo y tú reines como lo tienes pensado.»
Entonces David despidió a Abner, y este partió en paz.
Joab mata a Abner
22 Después de visitar a David, Abner se marchó de Hebrón muy tranquilo. Mientras tanto, Joab y los hombres de David regresaban del campo de batalla con un gran botín,
23 y al llegar a Hebrón le informaron que Abner hijo de Ner había estado con David y que lo había despedido en paz.
24 Entonces Joab se presentó ante David, y le reclamó:
«Supe que Abner vino a visitarte, y que tú lo has dejado ir. ¿Por qué lo hiciste?
25 Tú bien sabes que él solo ha venido para engañarte y para saber por dónde andas y qué es lo que haces.»
26 En cuanto Joab salió de la presencia de David, sin que David lo supiera mandó un mensaje a Abner, pidiéndole que regresara a Hebrón, aunque Abner ya iba por el pozo de Sira.
27 Cuando Abner volvió, Joab lo llevó aparte, a un lado de la puerta, diciéndole que quería hablar con él en secreto. En realidad, quería vengar la muerte de su hermano Asael, así que le hundió una daga por la quinta costilla, y lo mató.
28 Cuando David lo supo, dijo:
«El Señor es testigo de que mi reino y yo somos inocentes de la muerte de Abner hijo de Ner.
29 ¡Que recaiga un severo castigo sobre Joab y sobre toda la familia de su padre! ¡Que nunca falte en su casa quien padezca flujo de sangre, ni quien sea leproso o inválido, ni quien muera asesinado o sufra de hambre!»
30 Así fue como Joab y su hermano Abisay se vengaron de Abner por haber matado a su hermano Asael durante la batalla de Gabaón.
31 David, por su parte, llamó a Joab y a sus acompañantes, y les dijo:
«Rásguense la ropa y vístanse de cilicio, y guarden luto por la muerte de Abner.»
Y echó a andar, detrás del ataúd.
32 Abner fue sepultado en Hebrón, y el rey y el pueblo lloraron amargamente al lado del sepulcro.
33 Además, el rey honró a Abner al decir:
«¿Por qué, Abner, tuviste que morir como un villano?
34 ¡No tenías las manos atadas, ni los pies encadenados!
¡Caíste traicionado por gente malvada!»
Y el pueblo volvió a llorar junto al sepulcro.
35 Luego, fueron a ver al rey para que comiera algo, pero él dijo:
«Que Dios me castigue, y más aún, si rompo mi promesa de no comer antes de que se ponga el sol.»
36 Cuando el pueblo supo la decisión de David, la celebró, pues todo lo que el rey hacía era del agrado del pueblo.
37 Y ese día el pueblo comprendió que David nada había tenido que ver con la muerte de Abner.
38 Además, David habló con sus hombres y les dijo:
«¿Se dan cuenta de que hoy ha muerto un gran príncipe de Israel?
39 Y yo, aunque me han ungido como rey, reconozco que soy débil y que estos hombres, los hijos de Seruyá, son muy violentos. Que el Señor les dé su merecido a los malvados, como corresponde a su maldad.»