El Señor salvará a su pueblo
1 Pidan ustedes al Señor que llueva en la estación tardía, y el Señor enviará relámpagos y a cada uno le dará lluvia abundante y hierba verde en el campo.
2 Los terafines han comunicado mensajes sin sentido, los adivinos tienen visiones falsas, hablan de sueños ilusorios, y el consuelo que dan no sirve para nada. Por eso el pueblo sufre y vaga sin rumbo, como ovejas sin pastor.
3 «Mi enojo se ha encendido contra los pastores. Yo castigaré a los jefes.»
Sí, el Señor de los ejércitos vendrá al encuentro de su rebaño, que es la casa de Judá, y les dará el privilegiado lugar de un corcel de batalla.
4 De la casa de Judá saldrá la piedra angular, la clavija, el arco de guerra, y también todo opresor.
5 Serán como los guerreros que, en la batalla, pisotean al enemigo en el lodo de las calles. Combatirán, porque el Señor estará con ellos, y los soldados de caballería quedarán avergonzados.
6 «Yo fortaleceré la casa de Judá, y protegeré la casa de José. Yo los haré volver, porque me he compadecido de ellos. Todo será como si jamás los hubiera rechazado, porque yo soy el Señor su Dios, y les responderé.»
7 Efraín será semejante a un guerrero, y su corazón se regocijará como si bebiera vino. También sus hijos lo verán, y se alegrarán; su corazón se gozará en el Señor.
8 «Yo les daré la señal de que vuelvan, y volveré a reunirlos. Cuando los haya redimido; volverán a multiplicarse como antes.
9 Aunque los esparcí entre los pueblos, aun en los países más lejanos se acordarán de mí; y volverán con los hijos con quienes vivieron.
10 Yo los haré volver de Egipto, y los recogeré de Asiria, y los traeré a las tierras de Galaad y del Líbano, y todas esas tierras no les serán suficientes.
11 »Cuando pasen por el mar turbulento, yo golpearé las olas del mar y secaré las profundidades del río. Haré que ruede por el suelo la soberbia de Asiria, y que llegue a su fin el reinado de Egipto.
12 Yo mismo infundiré fuerzas a mi pueblo, y en mi nombre se pondrán en marcha.»
—Palabra del Señor.La promesa de liberación
1 Pídanle lluvia al Señor en la primavera,
y el Señor, que produce los relámpagos,
dará a cada uno lluvia en abundancia,
y hierba verde en el campo.
2 Falsa es la palabra de los talismanes,
y los adivinos tienen visiones mentirosas.
Sus predicciones son sueños sin sentido,
y vacías son sus palabras de consuelo.
Por eso el pueblo sufre y anda errante
como ovejas que no tienen pastor.
3 Por eso dice el Señor:
«Mi furia se ha encendido contra los pastores,
y castigaré a los dirigentes de mi pueblo.»
Porque el Señor todopoderoso vendrá
y cuidará de su rebaño, el pueblo de Judá,
y hará de ellos su caballo victorioso en la batalla.
4 De ellos saldrán la Piedra Angular,
la Estaca de Tienda, el Arco de Guerra;
y todos sus caudillos.
5 Serán como guerreros
que en la batalla pisotean el barro de las calles;
combatirán, porque el Señor está con ellos,
y humillarán a los jinetes de a caballo.
6 Dice el Señor:
«Yo daré fuerzas a los descendientes de Judá
y salvaré a los descendientes de José.
Los haré volver a su tierra,
porque tengo compasión de ellos;
y será como si nunca los hubiera rechazado,
pues yo soy el Señor su Dios,
y respondo a sus oraciones.
7 Los descendientes de Efraín serán como guerreros.
Su corazón se alegrará como si bebieran vino,
y al verlo también se alegrarán sus hijos.
¡A causa del Señor su corazón rebosará de alegría!
8 »Yo los llamaré y los reuniré,
porque los he rescatado;
y volverán a ser tan numerosos
como lo fueron antes.
9 Yo los dispersé entre los pueblos
pero, aun estando lejos, se acordarán de mí,
y revivirán, y volverán junto con sus hijos.
10 Los haré volver de Egipto,
y los recogeré de Asiria;
los traeré a las tierras de Galaad y del Líbano,
y serán tantos que faltará lugar para ellos.
11 Cuando pasen el mar de la angustia,
yo golpearé en sus olas,
y todo el cause del Nilo se secará.
Será derribada la arrogancia de Asiria
y el poder de Egipto llegará a su fin.
12 Yo les daré fuerzas,
y avanzarán en mi nombre.
Yo, el Señor, doy mi palabra.»