Plegaria en que se pide ayuda contra el enemigo
(Sal 108.6-13)Al músico principal. Sobre «Lirios». Testimonio. Mictam didáctico de David, de cuando estuvo en guerra contra Aram Naharayin y contra Aram de Soba, y Joab volvió y derrotó a doce mil edomitas en el valle de la Sal.
1 Dios nuestro, tú nos has desechado;
en tu enojo, nos has dejado sin defensas.
¡Vuélvete ahora a nosotros!
2 Hiciste que temblara, y hendiste la tierra;
¡rellena sus fisuras, porque se desmorona!
3 Has hecho que tu pueblo presencie el desastre;
nos has hecho beber un vino que aturde.
4 Has dado a tus fieles la señal de retirada
para que se libren de las flechas enemigas.
5 ¡Sálvanos con tu diestra! ¡Respóndenos!
¡Así se salvará tu pueblo amado!
6 En su santuario, Dios ha sentenciado:
«Con gran alegría fraccionaré Siquén
y dividiré en parcelas el valle de Sucot.
7 Galaad y Manasés me pertenecen,
Efraín es un yelmo en mi cabeza,
y Judá es un cetro en mi mano.
8 Moab es la vasija en que me lavo,
sobre Edom arrojaré mis sandalias,
y sobre Filistea proclamaré mi victoria.»
9 ¿Y quién me dará entrada en Edom?
¿Quién me hará entrar en esa ciudad amurallada?
10 ¿No eres tú, mi Dios, quien nos ha desechado?
¿No eres tú quien ya no sale con nuestros ejércitos?
11 Bríndanos tu apoyo contra el enemigo,
pues vana resulta la ayuda de los hombres.
12 Por ti, Dios nuestro, haremos proezas;
¡tú harás morder el polvo a nuestros enemigos!
SALMO 60 (59)
Oración en que se pide la ayuda divina
(Sal 108.6-13[7-14])1 (1) Del maestro de coro, según la melodía de «Los lirios del testimonio». Poema didáctico de David, 2 (2) cuando salió a luchar contra los arameos de Najarayin y de Soba, y Joab a su regreso derrotó a doce mil edomitas en el valle de la Sal.
1 1 (3) Oh, Dios,
en tu enojo nos has abandonado,
nos has deshecho por completo;
¡devuélvenos ahora nuestra fuerza!
2 2 (4) Has hecho que la tierra tiemble y se agriete;
¡cierra sus grietas, pues se desmorona!
3 3 (5) Has hecho pasar a tu pueblo duras pruebas,
nos has dado un vino que enloquece.
4 4 (6) A los que te honran les diste la señal
para que escaparan de las flechas,
5 5 (7) ¡respóndenos y sálvanos con tu poder!
¡dales la victoria a los que amas!
6 6 (8) Dios ha dicho en su santuario:
«¡Con qué alegría dividiré Siquén
y repartiré el valle de Sucot!
7 7 (9) Galaad y Manasés me pertenecen;
Efraín es el casco que cubre mi cabeza;
Judá es mi bastón de mando;
8 8 (10) Moab es la palangana en que me lavo,
y sobre Edom arrojaré mi sandalia;
¡gritaré de triunfo sobre los filisteos!»
9 9 (11) ¿Habrá quien me lleve a la ciudad amurallada?
¿Habrá quien me guíe hasta Edom?
10 10 (12) Porque tú, oh Dios, nos has rechazado;
¡no sales ya con nuestras tropas!
11 11 (13) Ayúdanos contra el enemigo,
pues nada vale la ayuda humana.
12 12 (14) Con la ayuda de Dios haremos grandes cosas;
¡él aplastará a nuestros enemigos!