La justicia del Señor
Cántico gradual.
1 Muchas han sido mis angustias
desde mi juventud…
—que lo reconozca el pueblo de Israel—,
2 muchas han sido mis angustias
desde mi juventud,
pero no lograron vencerme.
3 Sobre mis espaldas pasaron los arados
y me dejaron profundas huellas,
4 pero el Señor, que es justo,
me libró de las ataduras de los malvados.
5 ¡Que huyan avergonzados
todos los que odian a Sión!
6 ¡Que sean como la hierba en el tejado,
que se marchita y nunca crece,
7 que no alcanza a llenar la mano del segador,
ni jamás llega a formar un manojo!
8 Que nunca le digan los que pasan:
«¡Que el Señor los bendiga!
¡Nosotros los bendecimos en el nombre del Señor!»
SALMO 129 (128)
El Señor da libertad
1a (1a) Cántico de las subidas.
1 1 (1b) Por muchas angustias he pasado
desde mi juventud
—que lo diga ahora Israel—,
2 por muchas angustias he pasado
desde mi juventud,
pero no han podido conmigo.
3 Me han herido la espalda con azotes,
y me han abierto grandes surcos,
4 pero el Señor, que es justo,
me ha librado del poder de los malvados.
5 ¡Que sean avergonzados y huyan
los enemigos de Sión!
6 ¡Que sean como la hierba que crece en los tejados,
que antes de arrancarla se marchita!
7 Hierba que nunca llena las manos
del que cosecha el trigo y lo ata en manojos;
8 hierba de la que nadie que pase dirá:
«¡El Señor los ha bendecido!»
Nosotros los bendecimos a ustedes
en el nombre del Señor.