El reinado del libertador desde Belén
1 ¡Levanta murallas a tu alrededor, ciudad de guerreros, porque nos han sitiado y con su cetro golpearán al juez de Israel en la mejilla!
2 Tú, Belén Efrata, eres pequeña para estar entre las familias de Judá; pero de ti me saldrá el que será Señor en Israel. Sus orígenes se remontan al principio mismo, a los días de la eternidad.
3 El Señor los entregará hasta el momento en que dé a luz la que ahora está encinta y el resto de sus hermanos vuelva con los hijos de Israel.
4 Se levantará para guiarlos con el poder del Señor, con la grandeza del nombre del Señor su Dios; y ellos vivirán tranquilos porque él será engrandecido hasta los confines de la tierra.
5 Y él será nuestra paz.
Si los asirios vienen a nuestra tierra y pisotean nuestros palacios, levantaremos contra ellos siete pastores y ocho hombres prominentes,
6 que a filo de espada devastarán la tierra de Asiria y la tierra de Nimrod. Sí, ellos nos librarán de los asirios cuando estos vengan y ataquen nuestra tierra e invadan nuestras fronteras.
7 Entre los muchos pueblos, el remanente de Jacob será como el rocío del Señor y como las lluvias sobre la hierba, las cuales no esperan nada de nadie ni ponen su confianza en los seres humanos.
8 Además, el remanente de Jacob será, entre las naciones y la multitud de los pueblos, como el león entre los animales salvajes y como el cachorro del león entre los rebaños de ovejas, que a su paso aplasta y arrebata, sin que nadie pueda librarse.
9 ¡Levanta, pues, tu mano contra tus enemigos, y destruye a todos tus adversarios!
10 «Cuando llegue ese día, acabaré con todos los caballos y con todos los carros de guerra que hay en medio de ti.
—Palabra del Señor.11 »Además, destruiré las ciudades de tu tierra, y convertiré todas tus fortalezas en un montón de escombros.
12 Asimismo, arrancaré de tu mano las hechicerías, y no volverá a hallarse en ti ningún agorero.
13 Destruiré las esculturas y las imágenes que hay en medio de ti, y nunca más te inclinarás ante la obra de tus manos.
14 Arrancaré las imágenes de Asera que hay en medio de ti, y destruiré tus ciudades,
15 y con ira y con furor me vengaré de las naciones que no me obedecieron.»
Restauración de la dinastía de David
1 1 (4.14) «Pero ahora, Jerusalén, prepara tu defensa,
porque hemos sido sitiados
y el jefe de Israel va a ser duramente castigado.
2 2 (1) En cuanto a ti, Belén Efrata,
pequeña entre los clanes de Judá,
de ti haré que salga el que gobierne a Israel,
el cual proviene de tiempos muy antiguos.»
3 3 (2) Ahora el Señor dejará a los suyos,
pero solo hasta que dé a luz
la mujer que está esperando un hijo.
Entonces se reunirán con sus compatriotas
los israelitas que están en el destierro.
4 4 (3) Aquel gobernante se establecerá con firmeza
para pastorear a su pueblo
con el poder y la majestad del Señor su Dios,
y ellos podrán vivir en paz,
porque él será engrandecido
hasta los confines de la tierra.
5 5 (4) Él traerá la paz.
Cuando los asirios invadan nuestro país
y asalten nuestros palacios,
enviaremos contra ellos
siete jefes y ocho dirigentes del pueblo.
6 6 (5) Con el poder de la espada
gobernarán Asiria, el país de Nimrod,
y nos librarán de los asirios
que van a invadir nuestra tierra
y conquistarán nuestro territorio.
La misión del remanente
7 7 (6) Entonces, los que queden del pueblo de Jacob,
en medio de muchas naciones,
serán como el rocío que envía el Señor,
como las lluvias que caen sobre la hierba,
que no dependen de la voluntad humana.
8 8 (7) Entonces los pocos que queden del pueblo de Jacob,
en medio de muchas naciones,
serán como leones entre los animales del bosque,
como leones en medio de un rebaño de ovejas,
que al pasar las desgarran y destrozan,
sin que haya quien las pueda librar.
9 9 (8) Así atacarás tú, Señor,
y destruirás a todos tus enemigos.
Fin de la guerra y la idolatría
10 10 (9) Esto afirma el Señor:
«En aquel día mataré a tus caballos
y destruiré tus carros de guerra;
11 11 (10) arrasaré las ciudades de tu tierra
y derribaré todas tus fortalezas;
12 12 (11) acabaré con tus hechicerías
y te dejaré sin adivinos;
13 13 (12) destruiré tus imágenes y piedras sagradas,
y nunca más adorarás la obra de tus manos.
14 14 (13) Arrancaré de en medio de ti las imágenes de Asera
y destruiré por completo tus ciudades.
15 15 (14) Con furia y gran enojo me vengaré
de las naciones que no me obedecieron.»