Israel debe volverse al Señor
1 Israel, ¡vuélvete al Señor tu Dios! ¡Por causa de tu pecado has caído!
2 Vuélvete al Señor y, con las mejores palabras suplicantes, dile:
«No te fijes en nuestra maldad; mira lo bueno en nosotros; la ofrenda que te traemos son las palabras de nuestros labios.
3 Los asirios no nos librarán, ni montaremos en caballos, ni jamás volveremos a decir a esos ídolos que nosotros mismos hicimos: “Ustedes son nuestros dioses”, porque solo en ti encuentra misericordia el huérfano.»
4 «Yo sanaré su rebelión. Los amaré de pura gracia, porque mi ira se ha apartado de ellos.
5 Yo seré para Israel como el rocío, y él florecerá como lirio y extenderá sus raíces como el Líbano.
6 Sus ramos se extenderán, y su esplendor será como el del olivo, y su perfume será como el del Líbano.
7 Volverán, y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como el trigo, florecerán como la vid, y su aroma será como el del vino del Líbano.
8 »Dime, Efraín: ¿Qué tengo yo que ver con los ídolos? ¡Soy yo quien te atiende y te mira! ¡Yo soy para ti como verde ciprés! ¡Solo en mí encuentras tu fruto!»
9 ¿Hay alguien lo bastante sabio para entender esto? ¿Hay alguien con inteligencia para reconocerlo? Porque los caminos del Señor son rectos, y los justos los seguirán. Pero los rebeldes tropezarán en ellos.
Oseas suplica a Israel que vuelva al Señor
1 1(2) ¡Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios,
pues tu pecado te ha hecho caer!
2 2(3) Vuélvanse al Señor,
y lleven con ustedes esta oración:
«Perdona toda nuestra maldad
y recibe con agrado
la ofrenda de nuestros labios.
3 3(4) Asiria no puede salvarnos,
ni tampoco escaparemos a caballo.
No llamaremos más “dios nuestro”
a lo fabricado con nuestras manos,
porque solo en ti, Señor,
encuentra misericordia el huérfano.»
El Señor promete nueva vida a Israel
4 4(5) El Señor dice:
«Voy a curarlos de su infidelidad;
voy a amarlos y brindarles mi cariño,
pues mi enojo ya se ha apartado de ellos.
5 5(6) Voy a ser para Israel como el rocío,
y lo haré florecer como los lirios.
Sus raíces se afirmarán como el Líbano;
6 6(7) sus ramas se extenderán,
será como el olivo en su esplendor,
y su aroma, como los cedros del Líbano.
7 7(8) Israel volverá a vivir bajo mi protección;
entonces crecerán como el trigo,
florecerán como la vid
y serán famosos como el vino del Líbano.
8 8(9) Dime, Efraín: “¿Qué tengo yo que ver con los ídolos?”
¡Yo soy quien atiende y cuida a su pueblo!
Yo soy como un pino siempre verde,
y el fruto de mi pueblo proviene de mí.»
Conclusión
9 9(10) Que los sabios y prudentes
entiendan este mensaje:
Los caminos del Señor son rectos,
y los justos los siguen;
pero los malvados tropiezan en ellos.