Israel derrota al rey de Basán
(Nm 21.31-35)
1 »Partimos de allí, y subimos por el camino de Basán, y en Edrey nos salió al encuentro Og, el rey de Basán, para pelear contra nosotros.
2 Pero el Señor me dijo: “No le tengas miedo, porque a él y a todo su ejército yo los he puesto en tus manos, lo mismo que a su tierra, para que hagas con él lo que hiciste con Sijón, el rey amorreo que reinaba en Jesbón.”
3 Y el Señor nuestro Dios nos entregó también a Og rey de Basán, y a todo su ejército, y los derrotamos hasta acabar con todos,
4 y luego nos apoderamos de todas sus ciudades, es decir, las sesenta ciudades de la tierra de Argob, que eran del reino de Og en Basán. No quedó una sola ciudad que no conquistáramos.
5 Todas ellas eran ciudades fortificadas y de altas murallas, con portones y cerrojos, sin contar otras muchas ciudades sin murallas.
6 Las destruimos, como lo hicimos con Sijón, el rey de Jesbón. En todas las ciudades matamos a hombres, mujeres y niños,
7 y nos apoderamos de todo el ganado y de los despojos de las ciudades.
8 »En aquel tiempo conquistamos la tierra que va del arroyo de Arnón hasta el monte Hermón, en la ribera oriental del Jordán, la cual estaba en manos de esos dos reyes amorreos
9 (al monte Hermón, los sidonios lo llaman Sirión, y los amorreos, Senir),
10 más todas las ciudades de la llanura, y todo Galaad y todo Basán, hasta Salca y Edrey, ciudades del reino de Og en Basán.
11 Del resto de los gigantes solo había quedado Og, el rey de Basán. Su cama, que aún puede verse en Rabá de los amonitas, era de hierro, y medía unos cuatro metros de largo por dos metros de ancho, tomando como base de medición el codo humano.
Territorio de Rubén y Gad, y de la media tribu de Manasés
(Nm 32.1-42)
12 »El territorio que en aquel tiempo conquistamos, y que va de Aroer, que está junto al arroyo de Arnón, hasta la mitad del monte de Galaad, se la entregué a los rubenitas y a los gaditas, junto con sus ciudades.
13 El resto de Galaad, y todo Basán, que era del reino de Og, y toda la tierra de Argob, conocida como tierra de gigantes, se lo entregué a la media tribu de Manasés.
14 Yaír hijo de Manasés tomó posesión de toda la tierra de Argob, hasta el límite con Gesur y Macá, y le dio su nombre, Basán-havot-yaír, y así se llama hasta el día de hoy.
15 A Maquir le entregué Galaad,
16 y a los rubenitas y gaditas les entregué Galaad, hasta el arroyo de Arnón. Sus límites eran la mitad del valle, hasta el arroyo de Jaboc, que es el límite de los amonitas;
17 el Arabá, con el Jordán como límite, desde Cineret hasta el mar del Arabá, es decir, el Mar Salado, y por el lado oriental, las faldas del monte Pisga.
18 »En aquel tiempo, yo les di la siguiente orden: “El Señor su Dios les ha dado en propiedad esta tierra. Pero todos ustedes, los aguerridos, deben tomar sus armas y cruzar el río al frente de sus hermanos israelitas.
19 ”En las ciudades que les he entregado solo se quedarán sus mujeres y sus hijos, y también el mucho ganado que yo sé que ustedes tienen.
20 ”Ninguno de ustedes podrá volver a la tierra que les he entregado hasta que el Señor haya establecido a sus hermanos como a ustedes, y ellos hayan recibido también la tierra que el Señor su Dios les da al otro lado del Jordán.”
21 En aquel tiempo también le ordené a Josué: “Tú mismo has visto todo lo que el Señor tu Dios hizo con aquellos dos reyes. Y lo mismo hará el Señor con todos los reinos por los cuales vas a pasar.
22 ”No les tengan miedo, porque el Señor su Dios es quien pelea por ustedes.”
Moisés no entra a Canaán
23 »En aquel tiempo, le rogué al Señor en oración:
24 “Tú, Señor y Dios, has comenzado a mostrar tu grandeza y tu mano poderosa a este siervo tuyo. Ciertamente, no hay dios en el cielo ni en la tierra que haga las grandes proezas que tú haces.
25 ”Yo te ruego que me concedas cruzar el río y contemplar esa bella tierra que está más allá del Jordán, y ese bello monte, y el Líbano.”
26 Pero por culpa de ustedes el Señor se había enojado contra mí, y por eso no me escuchó, sino que me dijo: “¡Basta! No me hables más de este asunto.
27 ”Sube a la cumbre del Pisga, y dirige la mirada al norte y al sur, al este y al oeste. Mira con tus propios ojos, porque no cruzarás el Jordán.
28 ”Manda a Josué, y anímalo y fortalécelo. Será él quien lo cruzará al frente de este pueblo, y será él quien les dé posesión de la tierra que ahora verás.”
29 »Y nos detuvimos en el valle, delante de Bet Pegor.
Israel derrota a Og, rey de Basán
(Nm 21.31-35)
1 »Después tomamos otro camino, y nos dirigimos a Basán. Pero Og, el rey de este país, salió con todo su ejército para pelear contra nosotros en la ciudad de Edrey.
2 »Entonces el Señor me dijo: “No tengas miedo, pues les daré la victoria sobre Og, su ejército y todo su país. Harás con él, lo mismo que hiciste con Sijón, rey de los amorreos, que vivía en Jesbón.”
3 »Así fue como el Señor nuestro Dios hizo caer en nuestro poder al rey Og y a todo su ejército, y los matamos a todos; nadie quedó con vida. 4 También conquistamos todas sus ciudades; no hubo ni una sola que no tomáramos. Fueron en total sesenta ciudades, es decir, todas las de la región de Argob, del reino de Og, en Basán. 5 Todas ellas estaban fortificadas con altos muros, puertas y barras, sin contar muchas otras poblaciones que no tenían murallas. 6 Las destinamos a la destrucción, tal como lo habíamos hecho con Sijón, rey de Jesbón, y acabamos con hombres, mujeres y niños. 7 Solo nos quedamos con los animales y las cosas de valor de nuestros enemigos.
8 »Fue así como nos apoderamos de los territorios de los dos reyes amorreos que vivían al este del río Jordán, desde el río Arnón hasta el monte Hermón. 9 (A este monte los sidonios lo llaman Sirión, y los amorreos Senir.) 10 Nos apropiamos de todas las ciudades de la meseta, de toda la región de Galaad y Basán, hasta Salca y Edrey, ciudades que pertenecían al reino de Og, en Basán. 11 (El rey Og era el único que quedaba de los refaítas; su cama era de hierro y medía cuatro metros de largo por casi dos de ancho, como puede verse todavía en la ciudad amonita de Rabá.)
Rubén, Gad y la media tribu de Manasés se establecen al oriente del Jordán
(Nm 32.1-42)
12 »Del territorio que ocupamos, en aquella ocasión entregué a las tribus de Rubén y de Gad el territorio que va desde la ciudad de Aroer, a orillas del río Arnón, hasta la mitad de los montes de Galaad, con sus ciudades. 13 La parte restante de Galaad, toda la región de Basán que había pertenecido al reino de Og, y toda la región de Argob, conocida como la tierra de los refaítas, se las di a la media tribu de Manasés. 14 (Yaír, descendiente de Manasés, se apoderó de la región de Argob hasta el límite de los territorios de Gesur y Macá, y puso su propio nombre a Basán, y la llamó Javot Yaír, que es el nombre que todavía tiene.) 15 A Maquir le di la región de Galaad, 16 y a las tribus de Rubén y de Gad les di la región comprendida entre Galaad y el río Arnón, su límite era el centro del valle, y hasta el río Jaboc, que es la frontera de los amonitas. 17 Hacia el oriente les di el Arabá, en la falda oriental del monte Pisga, región que tiene como límite el río Jordán, y que va del lago Cineret hasta el mar de Arabá, que es el mar Muerto.
18 »En aquella ocasión les di a ustedes esta orden: “El Señor su Dios les entrega este país en propiedad. Todos los que sepan pelear tomen las armas y marchen al frente de sus compatriotas israelitas. 19 Solo se quedarán, en las ciudades que les he dado, las mujeres, los niños y el mucho ganado que yo sé que ustedes tienen. 20 Ninguno de ustedes debe volver al territorio que le he entregado, mientras el Señor no haya dado a sus hermanos sus propios territorios y la misma tranquilidad que les ha dado a ustedes.”
21 »A Josué le di esta orden: “Con tus propios ojos has visto todo lo que el Señor tu Dios ha hecho con esos dos reyes; y lo mismo hará con todos los reinos por los que vas a pasar. 22 No les tengas miedo, porque el Señor tu Dios peleará en favor de ustedes.”
El Señor no permite a Moisés entrar en Canaán
23 »En esta misma ocasión le supliqué al Señor: 24 “Señor, tú has comenzado a mostrar a este siervo tuyo tu grandeza y tu poder. No hay otro Dios en el cielo ni en la tierra que pueda hacer las cosas tan maravillosas que tú haces. 25 Te ruego que me permitas pasar al otro lado del río Jordán, pues quiero ver aquella buena tierra; esa hermosa región montañosa y el Líbano.” 26 Pero el Señor se enojó conmigo por culpa de ustedes, y no me concedió lo que le pedí, sino que me dijo: “¡Basta! No me hables más de este asunto. 27 Sube a lo alto del monte Pisga, y desde allí mira al norte y al sur, al este y al oeste, pero el Jordán no lo cruzarás. 28 Da instrucciones a Josué; anímalo y dale valor, porque él será quien vaya al frente del pueblo y le haga tomar posesión del país que ahora vas a ver.”
29 »Y nos quedamos en el valle, enfrente de la ciudad de Bet Pegor.»