Pacto de Salomón con Jirán
(1 R 5.1-181 7.13-14)1 Salomón se dispuso a edificar un templo para honrar el nombre del Señor, y un palacio para su reino.
2 Para ello designó a setenta mil peones y ochenta mil taladores, y tres mil seiscientos capataces.
3 Luego mandó el siguiente mensaje al rey Jirán de Tiro:
«Trátame como trataste a David, mi padre, cuando le enviaste cedros para que construyera su palacio.
4 Como verás, tengo que edificar un templo para honrar el nombre del Señor mi Dios. Estará consagrado al Señor, y delante de él se quemará incienso aromático y se colocarán continuamente los panes de la proposición, y se ofrecerán holocaustos a mañana y tarde en los días de reposo, en las nuevas lunas, y en las festividades en honor del Señor nuestro Dios. Esto debe hacerse siempre en Israel.
5 La casa que debo edificar tiene que ser grande, porque nuestro Dios es más grande que todos los dioses.
6 Pero ¿quién puede edificarle un templo si los cielos, y los cielos de los cielos, no pueden contenerlo? ¿Y quién soy yo para edificarle un templo, a no ser para solo quemar incienso delante de él?
7 Yo te ruego que me envíes un hombre hábil, que sepa trabajar en oro, plata, bronce, hierro, púrpura, grana y azul, y que en unión con los maestros que están conmigo en Judá y en Jerusalén, y que mi padre había ya dispuesto, sepa hacer grabados.
8 Envíame también del Líbano madera de cedro, de ciprés y de sándalo. Yo sé que tus siervos saben cortar madera en el Líbano, y mis siervos pueden ayudarlos
9 para que me preparen mucha madera, pues el templo que tengo que edificar debe ser grande y portentoso.
10 Toma en cuenta que a tus siervos que corten la madera les daré seis mil toneladas de trigo en grano, seis mil toneladas de cebada, seiscientos mil litros de vino, y seiscientos mil litros de aceite.»
11 El rey Jirán de Tiro respondió a Salomón por medio de la siguiente carta:
«El Señor ama a su pueblo, y por eso te ha puesto como su rey.
12 Tengo que decir: ¡Bendito sea el Señor y Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dio al rey David un hijo sabio y entendido, cuerdo y prudente, para que edifique un templo al Señor y un palacio para su reino!13 »Yo te envío a Jirán Abí, que es un hombre hábil y entendido.
14 Es hijo de una danita, aunque su padre era de Tiro. Jirán Abí sabe trabajar en oro, plata, bronce y hierro, y en piedra y madera, en púrpura y en azul, en lino y en carmesí. También sabe esculpir toda clase de figuras y sacar cualquier diseño que se le pida. Sabrá trabajar con tus expertos y con los de mi señor David, tu padre.15 Ruego a mi señor enviar a sus siervos el trigo, la cebada, el aceite y el vino, que nos ha prometido.16 Nosotros cortaremos en el Líbano la madera que necesites, y en balsas te la llevaremos por el mar hasta Jope, y de allí tú la llevarás hasta Jerusalén.»17 Salomón censó a todos los extranjeros que había en Israel, después del censo que había hecho David, su padre, y se encontró que eran ciento cincuenta y tres mil seiscientos hombres.
18 A setenta mil de ellos los apartó para llevar cargas; a ochenta mil los puso como canteros en la montaña, y a tres mil seiscientos los puso como capataces para hacer trabajar a la gente.
Pacto de Salomón con Jirán, rey de Tiro
(1~R 5.1-181~R 7.13-14)1 1 (1.18) Salomón decidió construir un templo al Señor y también su propio palacio real. 2 2 (1) Para ello, designó setenta mil cargadores y ochenta mil canteros que trabajaban en la montaña, y tres mil seiscientos capataces que los dirigían.
3 3 (2) Después Salomón mandó este mensaje a Jirán, rey de Tiro: «Haz conmigo lo que hiciste con David, mi padre, a quien enviaste madera de cedro para que se construyera un palacio donde vivir. 4 4 (3) Mira, yo voy a construir un templo al Señor mi Dios, para consagrárselo y para quemar perfumes en su honor, presentarle siempre las hileras de panes y ofrecerle holocaustos por la mañana y por la tarde, lo mismo que en los sábados, y en las fiestas de luna nueva y en las demás fiestas que en honor del Señor nuestro Dios se celebran siempre en Israel. 5 5 (4) Pero el templo que voy a construir debe ser grande, porque nuestro Dios es más grande que todos los dioses. 6 6 (5) Sin embargo, ¿quién será capaz de construirle un templo, si el cielo, con toda su inmensidad, no puede contenerlo? ¿Y quién soy yo para construirle un templo, aunque solo sea para quemar incienso en su honor? 7 7 (6) Envíame, por lo tanto, un experto en trabajos en oro, plata, bronce y hierro, y en tela púrpura, tela roja y tela morada. Que sepa también hacer grabados en colaboración con los maestros que están a mi servicio en Judá y en Jerusalén, y que contrató David mi padre. 8 8 (7) Mándame también del Líbano madera de cedro, ciprés y sándalo, porque sé que tus súbditos saben cortar madera del Líbano. Mis servidores ayudarán a los tuyos 9 9 (8) a prepararme gran cantidad de madera, ya que el templo que voy a construir tiene que ser grande y maravilloso. 10 10 (9) Pero ten en cuenta que daré como provisiones para tus trabajadores, los leñadores que corten la madera, cuatro millones cuatrocientos mil litros de trigo, igual cantidad de cebada, cuatrocientos cuarenta mil litros de vino y otros tantos de aceite.»
11 11 (10) Entonces Jirán, rey de Tiro, le envió a Salomón una carta en la que le decía: «El Señor te ha hecho rey de los israelitas, porque ama a su pueblo.» 12 12 (11) Y añadía: «¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, que hizo el cielo y la tierra, porque ha concedido al rey David un hijo tan sabio, instruido y prudente, que va a construir un templo al Señor y un palacio real para sí mismo! 13 13 (12) Te envío, pues, un hombre experto e inteligente: al maestro Jirán. 14 14 (13) Es hijo de una mujer de la tribu de Dan y de un nativo de Tiro. Es experto en trabajos en oro, plata, bronce, hierro, piedra, madera, tela púrpura y morada, lino y tela roja, y en grabados de toda clase de figuras, y sabe realizar toda clase de diseños que se le encarguen en compañía de tus peritos y de los que tenía tu padre David, mi señor. 15 15 (14) Por eso, señor, manda a tus servidores el trigo, la cebada, el aceite y el vino que has ofrecido. 16 16 (15) Entre tanto, nosotros cortaremos en el Líbano toda la madera que necesites, y te la llevaremos por mar, en balsas, hasta Jope. Luego tú te encargarás de que la lleven de allí a Jerusalén.»
17 17 (16) Después Salomón hizo el censo de todos los extranjeros que vivían en Israel, además del que David, su padre, había hecho, y resultó que había ciento cincuenta y tres mil seiscientos. 18 18 (17) De ellos reclutó setenta mil cargadores, ochenta mil canteros en la montaña y tres mil seiscientos capataces que hicieran trabajar a la gente.