Muerte de Saúl y de sus hijos
(1 Cr 10.1-12)
1 Los filisteos pelearon contra los israelitas y los hicieron huir, y muchos israelitas murieron en el monte Gilboa.
2 Los filisteos persiguieron a Saúl y a sus hijos, y mataron a Jonatán, Abinadab y Malquisúa.
3 Al arreciar la batalla contra Saúl, los flecheros lo alcanzaron, y él se llenó de pánico.
4 Entonces le dijo a su escudero:
«Saca tu espada y clávamela, no sea que estos incircuncisos vengan y me maten, y se burlen de mí.»
Pero su escudero no quiso hacerlo, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl sacó su propia espada, y se arrojó sobre ella.
5 Cuando su escudero vio muerto a Saúl, también él se arrojó sobre su espada y murió junto con Saúl.
6 Así murieron ese día Saúl y sus tres hijos, junto con su escudero y todos sus soldados.
7 Cuando los israelitas que estaban en el otro lado del valle, del otro lado del Jordán, vieron que el ejército de Israel huía, y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus ciudades y huyeron, y los filisteos llegaron y las ocuparon.
8 Al día siguiente, cuando los filisteos llegaron para despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte Gilboa.
9 Entonces los despojaron de sus armas y les cortaron la cabeza, y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos, para dar la noticia al pueblo y al templo de sus dioses.
10 Pusieron las armas de Saúl en el templo de Astarot, y colgaron su cuerpo en la muralla de Betsán.
11 Y cuando los de Jabés de Galaad supieron lo que los filisteos habían hecho con Saúl,
12 todos los más aguerridos se dispusieron a caminar toda esa noche, y llegaron hasta los muros de Betsán y quitaron de allí los cuerpos de Saúl y de sus hijos, y los llevaron a Jabés y los quemaron allí.
13 Allí también enterraron sus huesos debajo de un árbol, y ayunaron siete días.
Saúl y sus hijos mueren en la guerra
(1~Cr 10.1-12)
1 Los filisteos atacaron Israel, y los israelitas huyeron ante ellos, pues fueron muchos los muertos en el monte Gilboa. 2 Y los filisteos se fueron en persecución de Saúl y de sus hijos, y mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa. 3 Luego concentraron todo su ataque sobre Saúl, y como los arqueros lograron alcanzarlo con sus flechas, le entró mucho miedo de ellos. 4 Por lo tanto, le dijo a su ayudante de armas:
—Saca tu espada y atraviésame con ella, para que no vengan estos paganos y sean ellos quienes me maten y se diviertan conmigo.
Pero su ayudante no quiso hacerlo, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó su espada y se dejó caer sobre ella. 5 Y cuando su ayudante vio que Saúl había muerto, también él se dejó caer sobre su propia espada y murió con él. 6 Así murieron aquel día Saúl, sus tres hijos, su ayudante y todos sus hombres. 7 Y cuando los israelitas que vivían al otro lado del valle y al este del Jordán vieron que las tropas de Israel habían huido, y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron las ciudades y huyeron también. Entonces los filisteos llegaron y se quedaron a vivir allí.
8 Al día siguiente, cuando los filisteos fueron a despojar a los muertos, encontraron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte Gilboa. 9 Entonces le cortaron la cabeza y le quitaron las armas, y enviaron mensajeros por todo el territorio filisteo para que dieran la noticia al pueblo en el templo de sus dioses. 10 Luego pusieron las armas de Saúl en el templo de Astarté y colgaron su cuerpo en la muralla de la ciudad de Betsán.
11 Cuando los habitantes de Jabés de Galaad supieron lo que los filisteos habían hecho con Saúl, 12 se pusieron de acuerdo todos los hombres valientes y, después de haber caminado durante toda la noche, tomaron de la muralla de Betsán los cuerpos de Saúl y de sus hijos y regresaron a Jabés, donde los quemaron. 13 Luego enterraron sus huesos en Jabés, debajo de un árbol. Y guardaron siete días de ayuno.