Quinta colección: otros «dichos de Salomón»
1 También estos son dichos de Salomón, recopilados por gente al servicio de Ezequías, rey de Judá:
2 Es gloria de Dios tener secretos,
y honra de los reyes penetrar en ellos.
3 La altura del cielo,
la profundidad de la tierra
y los pensamientos de los reyes
son misterios impenetrables.
4 Si se apartan de la plata las impurezas,
el platero producirá una copa;
5 si se aparta del servicio del rey al malvado,
su trono se afirmará en la justicia.
6 No te des importancia ante el rey,
ni tomes el lugar de la gente importante;
7 vale más ser invitado,
que ante los grandes ser humillado.
Aunque seas testigo de algo,
8 no acudas en seguida a los tribunales,
porque otro testigo puede desmentirte
y al final no sabrás qué hacer.
9 Defiéndete de quien te acuse,
pero no descubras secretos ajenos;
10 alguien puede oírte y ponerte en vergüenza,
y tu mala fama ya no tendrá remedio.
11 Las palabras en el momento oportuno
son valiosas manzanas de oro incrustadas en plata.
12 La sabia reprensión, bien recibida,
es un anillo, o collar, del oro más fino.
13 Quien cuenta con un mensajero fiel
cuenta con el ánimo y la frescura
que da la nieve en un día caluroso.
14 Nubes y viento, y de lluvia nada,
eso es quien dice dar y nunca da nada.
15 La paciencia calma el enojo;
las palabras suaves vencen la resistencia.
16 Si encuentras miel, no comas más de la cuenta,
no sea que de mucho comer la vomites.
17 La visita al amigo no la hagas frecuente,
pues puede cansarse y llegar a odiarte.
18 Mazo, espada y aguda flecha,
¡eso es el falso testimonio contra un amigo!
19 No se puede andar con una pierna rota,
ni comer con un diente picado,
ni confiar en un traidor en momentos de angustia.
20 Los cantos son, para un corazón afligido,
como echarle vinagre a una llaga
o andar desnudo en tiempos de frío.
21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;
si tiene sed, dale de beber;
22 así harás que le arda la cara de vergüenza,
y el Señor te lo pagará.
23 Por el viento del norte viene la lluvia,
y por las malas lenguas, las malas caras.
24 Más vale vivir en un rincón de la azotea,
que compartir una mansión con una mujer pendenciera.
25 Como agua fresca en garganta sedienta,
así caen las buenas noticias de lejanas tierras.
26 Manantial de agua turbia y revuelta,
eso es el justo que tiembla ante el malvado.
27 No conviene comer mucha miel,
pero es un honor investigar lo difícil.
28 Como ciudad sin murallas y expuesta al peligro,
así es quien no sabe dominar sus impulsos.
Quinta colección: otros «dichos de Salomón»
1 También estos son dichos de Salomón, recopilados por gente al servicio de Ezequías, rey de Judá:
2 Es gloria de Dios tener secretos,
y honra de los reyes penetrar en ellos.
3 La altura del cielo,
la profundidad de la tierra
y los pensamientos de los reyes
son misterios impenetrables.
4 Si se apartan de la plata las impurezas,
el platero producirá una copa;
5 si se aparta del servicio del rey al malvado,
su trono se afirmará en la justicia.
6 No te des importancia ante el rey,
ni tomes el lugar de la gente importante;
7 vale más ser invitado,
que ante los grandes ser humillado.
Aunque seas testigo de algo,
8 no acudas en seguida a los tribunales,
porque otro testigo puede desmentirte
y al final no sabrás qué hacer.
9 Defiéndete de quien te acuse,
pero no descubras secretos ajenos;
10 alguien puede oírte y ponerte en vergüenza,
y tu mala fama ya no tendrá remedio.
11 Las palabras en el momento oportuno
son valiosas manzanas de oro incrustadas en plata.
12 La sabia reprensión, bien recibida,
es un anillo, o collar, del oro más fino.
13 Quien cuenta con un mensajero fiel
cuenta con el ánimo y la frescura
que da la nieve en un día caluroso.
14 Nubes y viento, y de lluvia nada,
eso es quien dice dar y nunca da nada.
15 La paciencia calma el enojo;
las palabras suaves vencen la resistencia.
16 Si encuentras miel, no comas más de la cuenta,
no sea que de mucho comer la vomites.
17 La visita al amigo no la hagas frecuente,
pues puede cansarse y llegar a odiarte.
18 Mazo, espada y aguda flecha,
¡eso es el falso testimonio contra un amigo!
19 No se puede andar con una pierna rota,
ni comer con un diente picado,
ni confiar en un traidor en momentos de angustia.
20 Los cantos son, para un corazón afligido,
como echarle vinagre a una llaga
o andar desnudo en tiempos de frío.
21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;
si tiene sed, dale de beber;
22 así harás que le arda la cara de vergüenza,
y el Señor te lo pagará.
23 Por el viento del norte viene la lluvia,
y por las malas lenguas, las malas caras.
24 Más vale vivir en un rincón de la azotea,
que compartir una mansión con una mujer pendenciera.
25 Como agua fresca en garganta sedienta,
así caen las buenas noticias de lejanas tierras.
26 Manantial de agua turbia y revuelta,
eso es el justo que tiembla ante el malvado.
27 No conviene comer mucha miel,
pero es un honor investigar lo difícil.
28 Como ciudad sin murallas y expuesta al peligro,
así es quien no sabe dominar sus impulsos.