Restauración de la dinastía de David
1 1 (4.14) «Pero ahora, Jerusalén, prepara tu defensa,
porque hemos sido sitiados
y el jefe de Israel va a ser duramente castigado.
2 2 (1) En cuanto a ti, Belén Efrata,
pequeña entre los clanes de Judá,
de ti haré que salga el que gobierne a Israel,
el cual proviene de tiempos muy antiguos.»
3 3 (2) Ahora el Señor dejará a los suyos,
pero solo hasta que dé a luz
la mujer que está esperando un hijo.
Entonces se reunirán con sus compatriotas
los israelitas que están en el destierro.
4 4 (3) Aquel gobernante se establecerá con firmeza
para pastorear a su pueblo
con el poder y la majestad del Señor su Dios,
y ellos podrán vivir en paz,
porque él será engrandecido
hasta los confines de la tierra.
5 5 (4) Él traerá la paz.
Cuando los asirios invadan nuestro país
y asalten nuestros palacios,
enviaremos contra ellos
siete jefes y ocho dirigentes del pueblo.
6 6 (5) Con el poder de la espada
gobernarán Asiria, el país de Nimrod,
y nos librarán de los asirios
que van a invadir nuestra tierra
y conquistarán nuestro territorio.
La misión del remanente
7 7 (6) Entonces, los que queden del pueblo de Jacob,
en medio de muchas naciones,
serán como el rocío que envía el Señor,
como las lluvias que caen sobre la hierba,
que no dependen de la voluntad humana.
8 8 (7) Entonces los pocos que queden del pueblo de Jacob,
en medio de muchas naciones,
serán como leones entre los animales del bosque,
como leones en medio de un rebaño de ovejas,
que al pasar las desgarran y destrozan,
sin que haya quien las pueda librar.
9 9 (8) Así atacarás tú, Señor,
y destruirás a todos tus enemigos.
Fin de la guerra y la idolatría
10 10 (9) Esto afirma el Señor:
«En aquel día mataré a tus caballos
y destruiré tus carros de guerra;
11 11 (10) arrasaré las ciudades de tu tierra
y derribaré todas tus fortalezas;
12 12 (11) acabaré con tus hechicerías
y te dejaré sin adivinos;
13 13 (12) destruiré tus imágenes y piedras sagradas,
y nunca más adorarás la obra de tus manos.
14 14 (13) Arrancaré de en medio de ti las imágenes de Asera
y destruiré por completo tus ciudades.
15 15 (14) Con furia y gran enojo me vengaré
de las naciones que no me obedecieron.»
Restauración de la dinastía de David
1 1 (4.14) «Pero ahora, Jerusalén, prepara tu defensa,
porque hemos sido sitiados
y el jefe de Israel va a ser duramente castigado.
2 2 (1) En cuanto a ti, Belén Efrata,
pequeña entre los clanes de Judá,
de ti haré que salga el que gobierne a Israel,
el cual proviene de tiempos muy antiguos.»
3 3 (2) Ahora el Señor dejará a los suyos,
pero solo hasta que dé a luz
la mujer que está esperando un hijo.
Entonces se reunirán con sus compatriotas
los israelitas que están en el destierro.
4 4 (3) Aquel gobernante se establecerá con firmeza
para pastorear a su pueblo
con el poder y la majestad del Señor su Dios,
y ellos podrán vivir en paz,
porque él será engrandecido
hasta los confines de la tierra.
5 5 (4) Él traerá la paz.
Cuando los asirios invadan nuestro país
y asalten nuestros palacios,
enviaremos contra ellos
siete jefes y ocho dirigentes del pueblo.
6 6 (5) Con el poder de la espada
gobernarán Asiria, el país de Nimrod,
y nos librarán de los asirios
que van a invadir nuestra tierra
y conquistarán nuestro territorio.
La misión del remanente
7 7 (6) Entonces, los que queden del pueblo de Jacob,
en medio de muchas naciones,
serán como el rocío que envía el Señor,
como las lluvias que caen sobre la hierba,
que no dependen de la voluntad humana.
8 8 (7) Entonces los pocos que queden del pueblo de Jacob,
en medio de muchas naciones,
serán como leones entre los animales del bosque,
como leones en medio de un rebaño de ovejas,
que al pasar las desgarran y destrozan,
sin que haya quien las pueda librar.
9 9 (8) Así atacarás tú, Señor,
y destruirás a todos tus enemigos.
Fin de la guerra y la idolatría
10 10 (9) Esto afirma el Señor:
«En aquel día mataré a tus caballos
y destruiré tus carros de guerra;
11 11 (10) arrasaré las ciudades de tu tierra
y derribaré todas tus fortalezas;
12 12 (11) acabaré con tus hechicerías
y te dejaré sin adivinos;
13 13 (12) destruiré tus imágenes y piedras sagradas,
y nunca más adorarás la obra de tus manos.
14 14 (13) Arrancaré de en medio de ti las imágenes de Asera
y destruiré por completo tus ciudades.
15 15 (14) Con furia y gran enojo me vengaré
de las naciones que no me obedecieron.»