Tercera respuesta de Job a Bildad
1 Respondió Job, y dijo:
2 «¡Valiente ayuda brindas al que no tiene fuerzas!
¡Eres la salvación de los brazos débiles!
3 ¡Cómo sabes aconsejar al ignorante!
¡Qué despliegue de inteligencia has mostrado!
4 ¿Pero quién te ha susurrado estas palabras?
¿Qué espíritu te ha llevado a pronunciarlas?
5 »Allá, en el fondo del mar profundo,
un temblor sacude a los muertos que allí yacen.
6 Ante Dios, el sepulcro queda al descubierto;
no hay escondite para el reino de la muerte.
7 Dios prende el norte de la nada;
la tierra pende en medio del vacío.
8 Dios contiene las lluvias en las nubes,
y estas no se vacían, aunque estén cargadas.
9 Tiende una cortina de blancas nubes,
y tras ellas esconde su trono.
10 Para las aguas ha establecido un límite,
lo mismo que para la luz y las tinieblas.
11 Al oír la voz de su reprensión,
tiemblan de miedo las bases de los cielos.
12 Con su poder, el mar se agita;
con su astucia, aplaca su arrogancia.
13 Con su soplo, el cielo se despeja;
con su poder parte en dos al monstruo del mar.
14 Esto es solo una muestra de su inmenso poder;
lo que de él sabemos es apenas un susurro.
La fuerza de su poder ¿quién puede comprenderla?»
Job proclama la soberanía de Dios
1 Respondió Job, y dijo:
2 ¿En qué ayudaste al que no tiene poder?
¿Cómo has amparado al brazo sin fuerza?
3 ¿En qué aconsejaste al que no tiene ciencia,
Y qué plenitud de inteligencia has dado a conocer?
4 ¿A quién has anunciado palabras,
Y de quién es el espíritu que de ti procede?
5 Las sombras tiemblan en lo profundo,
Los mares y cuanto en ellos mora.
6 El Seol está descubierto delante de él, y el Abadón no tiene cobertura.
7 Él extiende el norte sobre vacío,
Cuelga la tierra sobre nada.
8 Ata las aguas en sus nubes,
Y las nubes no se rompen debajo de ellas.
9 Él encubre la faz de su trono,
Y sobre él extiende su nube.
10 Puso límite a la superficie de las aguas,
Hasta el fin de la luz y las tinieblas.
11 Las columnas del cielo tiemblan,
Y se espantan a su reprensión.
12 Él agita el mar con su poder,
Y con su entendimiento hiere la arrogancia suya.
13 Su espíritu adornó los cielos;
Su mano creó la serpiente tortuosa.
14 He aquí, estas cosas son solo los bordes de sus caminos;
¡Y cuán leve es el susurro que hemos oído de él!
Pero el trueno de su poder, ¿quién lo puede comprender?