El Dios de la victoria y del juicio
Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de Asaf. Cántico.
1 Dios es conocido en Judá;
En Israel es grande su nombre.
2 En Salem está su tabernáculo,
Y su habitación en Sion.
3 Allí quebró las saetas del arco,
El escudo, la espada y las armas de guerra. Selah
4 Glorioso eres tú, poderoso más que los montes de caza.
5 Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño;
No hizo uso de sus manos ninguno de los varones fuertes.
6 A tu reprensión, oh Dios de Jacob,
El carro y el caballo fueron entorpecidos.
7 Tú, temible eres tú;
¿Y quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira?
8 Desde los cielos hiciste oír juicio;
La tierra tuvo temor y quedó suspensa
9 Cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar,
Para salvar a todos los mansos de la tierra. Selah
10 Ciertamente la ira del hombre te alabará;
Tú reprimirás el resto de las iras.
11 Prometed, y pagad a Jehová vuestro Dios;
Todos los que están alrededor de él, traigan ofrendas al Temible.
12 Cortará él el espíritu de los príncipes;
Temible es a los reyes de la tierra.
SALMO 76 (75)
Dios, el vencedor
1 (1) Del maestro de coro, con instrumentos de cuerda. Salmo y cántico de Asaf.
1 1 (2) Dios es conocido en Judá;
su nombre es famoso en Israel.
2 2 (3) Su templo está en Jerusalén,
sobre el monte Sión;
3 3 (4) allí destrozó las armas de guerra:
escudos, espadas, arcos y flechas.
4 4 (5) ¡Tú eres glorioso, oh Dios!
¡Eres más grandioso que las montañas eternas!
5 5 (6) Los más valientes fueron despojados;
los más fuertes nada pudieron hacer;
¡durmieron su último sueño!
6 6 (7) Ni aun moverse pueden el carro y el caballo
cuando tú, Dios de Jacob, los amenazas.
7 7 (8) ¡Tú, Señor, inspiras temor!
¿Quién puede mantenerse en tu presencia
cuando se enciende tu furor?
8 8 (9) Desde el cielo das a conocer tu juicio;
la tierra tiene miedo y se queda inmóvil
9 9 (10) cuando tú, oh Dios, te decides a hacer justicia
y salvar a todos los oprimidos del país.
10 10 (11) La ira de los mortales se convierte en tu alabanza;
¡aun su más mínimo enojo se convierte en tu corona!
11 11 (12) Ustedes, que rodean al Señor,
al Dios digno de ser temido,
háganle promesas, pero cúmplanlas,
y tráiganle ofrendas,
12 12 (13) pues él quita la vida a los gobernantes
y causa temor a los reyes del mundo.