Reinado de Joram de Judá
(2 R. 8.16-24)1 Durmió Josafat con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David. Y reinó en su lugar Joram su hijo, 2 quien tuvo por hermanos, hijos de Josafat, a Azarías, Jehiel, Zacarías, Azarías, Micael, y Sefatías. Todos estos fueron hijos de Josafat rey de Judá. 3 Y su padre les había dado muchos regalos de oro y de plata, y cosas preciosas, y ciudades fortificadas en Judá; pero había dado el reino a Joram, porque él era el primogénito. 4 Fue elevado, pues, Joram al reino de su padre; y luego que se hizo fuerte, mató a espada a todos sus hermanos, y también a algunos de los príncipes de Israel. 5 Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó ocho años en Jerusalén. 6 Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab; porque tenía por mujer a la hija de Acab, e hizo lo malo ante los ojos de Jehová. 7 Mas Jehová no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había dicho que le daría lámpara a él y a sus hijos perpetuamente.
8 En los días de este se rebeló Edom contra el dominio de Judá, y pusieron rey sobre sí. 9 Entonces pasó Joram con sus príncipes, y todos sus carros; y se levantó de noche, y derrotó a los edomitas que le habían sitiado, y a todos los comandantes de sus carros. 10 No obstante, Edom se libertó del dominio de Judá, hasta hoy. También en el mismo tiempo Libna se libertó de su dominio, por cuanto él había dejado a Jehová el Dios de sus padres.
11 Además de esto, hizo lugares altos en los montes de Judá, e hizo que los moradores de Jerusalén fornicasen tras ellos, y a ello impelió a Judá. 12 Y le llegó una carta del profeta Elías, que decía: Jehová el Dios de David tu padre ha dicho así: Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa rey de Judá, 13 sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que fornicase Judá y los moradores de Jerusalén, como fornicó la casa de Acab; y además has dado muerte a tus hermanos, a la familia de tu padre, los cuales eran mejores que tú; 14 he aquí Jehová herirá a tu pueblo de una gran plaga, y a tus hijos y a tus mujeres, y a todo cuanto tienes; 15 y a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus intestinos, hasta que se te salgan a causa de tu persistente enfermedad.
16 Entonces Jehová despertó contra Joram la ira de los filisteos y de los árabes que estaban junto a los etíopes; 17 y subieron contra Judá, e invadieron la tierra, y tomaron todos los bienes que hallaron en la casa del rey, y a sus hijos y a sus mujeres; y no le quedó más hijo sino solamente Joacaz el menor de sus hijos.
18 Después de todo esto, Jehová lo hirió con una enfermedad incurable en los intestinos. 19 Y aconteció que al pasar muchos días, al fin, al cabo de dos años, los intestinos se le salieron por la enfermedad, muriendo así de enfermedad muy penosa. Y no encendieron fuego en su honor, como lo habían hecho con sus padres. 20 Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó en Jerusalén ocho años; y murió sin que lo desearan más. Y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.
Reinado de Jorán
(2~R 8.16-24)1 Josafat murió y fue enterrado en la Ciudad de David, su antepasado. Después reinó en su lugar su hijo Jorán. 2 Los hermanos de Jorán, hijos también de Josafat, eran: Azarías, Yejiel, Zacarías, Micael y Sefatías. Todos ellos eran hijos de Josafat, rey de Judá. 3 Su padre les había regalado muchos objetos de oro y plata, y otros objetos de valor. Les dio también ciudades fortificadas en Judá, pero el reino se lo entregó a Jorán, por ser el hijo mayor. 4 Pero Jorán, una vez que se aseguró en el trono de su padre, pasó a cuchillo a todos sus hermanos y también a algunos jefes de Israel. 5 Tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante ocho años. 6 Pero siguió los pasos de los reyes de Israel y de la descendencia de Ajab, pues su mujer era de la descendencia de Ajab; así que sus hechos fueron malos a los ojos del Señor. 7 Pero el Señor no quiso destruir la dinastía de David porque en la alianza que había hecho con David, le había prometido, lo mismo que a sus hijos, que siempre tendrían una lámpara encendida.
8 Durante el reinado de Jorán, Edom se rebeló contra el dominio de Judá y nombró a su propio rey. 9 Entonces Jorán y sus capitanes, con todos sus carros de combate, se levantaron para ir contra los edomitas, que los habían rodeado, y durante la noche los atacaron. 10 Sin embargo, Edom logró hacerse independiente de Judá hasta el presente.
También en aquel tiempo se hizo independiente la ciudad de Libna, porque Jorán había abandonado al Señor, el Dios de sus antepasados. 11 Además, construyó santuarios paganos en los montes de Judá, y fue el causante de que los habitantes de Jerusalén fueran infieles al Señor y de que todo Judá se extraviara.
12 Jorán recibió entonces una carta del profeta Elías, que decía: «El Señor, el Dios de David, tu antepasado, te dice: “No has seguido el ejemplo de Josafat, tu padre, ni el de Asa, rey de Judá, 13 sino los ejemplos de los reyes de Israel, y has sido el causante de que Judá y los habitantes de Jerusalén hayan sido infieles al Señor, como lo fue la familia de Ajab. Además, has matado a tus hermanos, que eran mejores que tú. 14 Por eso, el Señor va a hacer caer una gran calamidad sobre tu pueblo, tus hijos, tus mujeres, y sobre todas tus posesiones. 15 Sobre ti hará caer muchas enfermedades. Te enfermarás del estómago con una enfermedad crónica, hasta que se te salgan los intestinos.”»
16 Entonces el Señor hizo que los filisteos y los árabes, vecinos de los de Cus, se enfurecieran contra Jorán; 17 por lo cual marcharon sobre Judá e invadieron el país, y se llevaron todos los bienes que hallaron en el palacio del rey, así como a sus hijos y a sus mujeres. El único que le quedó fue Joacaz, el menor. 18 Después de todo esto, el Señor lo castigó con una enfermedad incurable del estómago. 19 Pasó el tiempo y, al cabo de unos dos años, los intestinos se le salieron por causa de la enfermedad, y murió entre horribles dolores. Su pueblo ni siquiera encendió una hoguera en memoria suya, como habían hecho con sus antepasados. 20 Tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante ocho años. Se fue sin que nadie lo lamentara. Lo enterraron en la Ciudad de David, pero no en el panteón real.