«Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.» (2 Timoteo 3.16)

No siempre resulta sencillo comenzar a leer la Biblia. No siempre sabemos cómo hacerlo y, a veces, eso nos desalienta y no seguimos leyendo. Pero entonces, ¿cómo podemos leer la Biblia y no abandonar en el intento? Estas pueden ser algunas ideas útiles:

1) ¡En nuestro idioma! Una versión que utilice palabras claras y comprensibles para el mundo de hoy, por ejemplo, la «Traducción en lenguaje actual» nos ayudará a comprender mejor el mensaje de la Biblia.

2) ¡Una biblioteca! La palabra «Biblia» significa «libros». La Biblia está dividida en dos partes: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, y estos a su vez están compuestos de numerosos libros. Si bien podemos leer la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis como si se tratara de un solo libro, tal vez resulte más fácil leer los libros en forma individual y no necesariamente desde el principio hasta el final.

3) ¡Un plan! Tratemos de separar cada día el mismo horario para leer la Biblia y seguir un plan de lectura. Una idea podría ser comenzar por el primer capítulo del libro de Proverbios, el primero de los Salmos y el primero de uno de los Evangelios, y avanzar durante el resto de los días.

4) ¡El Autor! La Biblia fue escrita a lo largo de 1500 años por muchas personas diferentes, pero todas fueron inspiradas por el mismo «autor»: Dios. El protagonista central de la Biblia es Jesús, quien desea que cada persona lo conozca como Dios y salvador.

Sumérgete: Diseña tu propio plan de lectura de la Biblia. Si necesitas ayuda, puedes visitar youversion.com