«Las zorras pequeñas causan daño a nuestras viñas. ¡Ayúdennos a atraparlas, pues nuestras viñas

están en flor!» (Cantares 2.15, página 1077)

¿Cuáles son los errores más comunes que debemos evitar durante el noviazgo? En la siguiente lista
hallaremos algunos:

  • Querer cambiar a la otra persona y pensar que debe ser igual a nosotros en todo lo que piensa, dice
    y hace.
  • Darle lugar al engaño. Es decir: ocultar información, mentir acerca de nuestras actividades, impedir
    que la otra persona conozca nuestros sentimientos.
  • Extralimitarse en el contacto físico y correr el riesgo de tener relaciones sexuales antes del
    matrimonio. Hay caricias, besos, abrazos y otras cosas que sólo podremos disfrutar con nuestra
    esposa o esposo cuando nos casemos.
  • Depender excesivamente del otro. Ser compañeros está muy bien, pero se producen muchos
    problemas cuando una persona se transforma en adicta a otra.
  • No dialogar acerca de los temas importantes, como por ejemplo qué pensamos acerca de la fe, del
    casamiento, cuál es el plan para el futuro, cómo ganarse la vida, cuántos hijos tener.
  • Permitir el menosprecio y la burla. A veces, la violencia física que viven algunos matrimonios
    comenzó durante el noviazgo como violencia verbal. Lo que al principio parecía ser sólo un par de
    bromas pesadas, con el tiempo se transformó en burla, rechazo y frustración. ¡Jamás permitamos que
    nadie nos menosprecie ni abuse de nosotros!
    Vivamos un noviazgo libre de actitudes destructivas. Crezcamos junto a la persona que está a
    nuestro lado y preparémonos para la aventura del matrimonio.
    Sumérgete: Si le damos lugar en nuestras decisiones y le pedimos su ayuda, Dios nos dará la sabiduría
    y valentía necesarias para vencer y desarrollar un noviazgo libre de sufrimiento.