En 1569 Casiodoro de Reina publicó una traducción a la que se llamó la Biblia del Oso por la imagen que tenía en la portada. En 1602 el monje Cipriano de Valera culminó la primera revisión completa de esta traducción y así nació la reconocida Reina-Valera.
La revisión de 1960, realizada por Sociedades Bíblicas Unidas, estuvo a cargo de un Comité constituido por líderes de iglesias evangélicas de América Latina. Con la ayuda de más de ochenta consultores para el Nuevo Testamento y más de sesenta para el Antiguo Testamento, emprendieron la ardua tarea de revisar el castellano de la Biblia Reina-Valera con el fin de ponerlo a tono con los usos modernos del idioma.
Cómo inició
Esta iniciativa comenzó con una amplia consulta a los dirigentes de la obra evangélica en todos los países de habla española. Se pidió a un buen número de pastores y laicos que dieran sus opiniones sobre la clase de cambios que ellos creían necesario introducir para hacer el texto español de la Biblia más comprensible y de mayor utilidad a la creciente congregación evangélica de estos países. Como respuesta a este llamamiento, más de 1,700 páginas llenas de comentarios y sugerencias llegaron a las oficinas de Sociedades Bíblicas Unidas. Estos materiales fueron sometidos al cuidadoso estudio del Comité Revisor, y utilizados por ellos como base de su trabajo.
Esta gran cantidad de sugerencias representan el vivo deseo de conservar esta versión en actualidad; porque sólo por medio de una periódica revisión podrá mantenerse este precioso texto bíblico a tono con los cambios naturales que el idioma sufre con el paso del tiempo. Muchas palabras han cambiado de significado, ciertas formas gramaticales han caído en desuso y otras han entrado en vigor, y la misma ortografía ha sufrido constantes alteraciones. Por eso el Comité Revisor se impuso como principal obligación la tarea de conformar la dicción y la gramática de esta versión con los usos contemporáneos de la lengua, conservando a la vez el precioso estilo y el significado exacto de esta versión.
Adaptaciones y cambios
Hay palabras que han sufrido un cambio radical en su significado. Por ejemplo, la palabra caridad, cuyo significado a menudo se confunde hoy con el de limosna, debió cambiarse en muchos pasajes por amor. En muchos pasajes cuchillo hubo de reemplazarse por espada; mozo, por joven; etc. Conversación, que hoy generalmente significa charla, en ciertos lugares hubo que cambiarse por manera de vivir (como en 1 Pedro 1:18).
En varios casos el Comité, para restaurar el significado original, tuvo que volver a las expresiones que la versión Reina-Valera tenía antes de la revisión de 1909.
La revisión Reina Valera 1960 contiene un sistema de referencias que ayudan a conectar su lectura con pasajes paralelos, eventos históricos relacionados y otros casos en que se tratan temas similares.
También cuenta con una división del texto en secciones y con el uso de títulos con el fin de identificar el contenido de cada sección.
Este articulo ha sido tomado del sitio web de las Sociedades Bíblicas Unidas.