¿Qué vemos cuando miramos hacia atrás?
Pensemos en el tiempo que pasó desde el día en que nacimos. ¡Cuántas experiencias! ¡Cuántas historias que contar! ¡Cuántos recuerdos!
De vez en cuando es interesante reflexionar acerca de…
las cosas que hemos vivido junto a nuestra familia,
lo que hemos estudiado y aprendido en la escuela,
los amigos que hemos hecho en las distintas etapas,
las tentaciones que hemos sufrido,
los buenos y los malos momentos que hemos experimentado.
Cuando miramos hacia atrás vemos muchas cosas. Algunas personas tienen un pasado tan feo que ni siquiera desean hablar de ello. Otros recuerdan con nostalgia lo que lograron. Y no son pocos los que se lamentan todos los días por las oportunidades que perdieron.
¿Qué pensamos cuando consideramos nuestro pasado?
Sea cual fuere la historia familiar que tuvimos, las vivencias que experimentamos, el nivel educativo que alcanzamos, los aciertos y errores que cometimos, Dios nos invita a pensar en nuestro ayer con un corazón limpio, libre de cargas y recuerdos que no nos ayudan.
Nuestro creador desea que le entreguemos también nuestro pasado. Él quiere perdonar nuestros pecados, limpiar el recuerdo de las cosas feas y, al mismo tiempo, guiarnos a aprender lecciones que nos ayudarán a ser personas sabias y felices.
Sumérgete: Más que «enterrar» el pasado tenemos que mirarlo como Dios lo mira. Los recuerdos, sean tristes o felices, son piezas del rompecabezas de nuestra vida. ¡Todas son importantes!
Este articulo ha sido tomado de “Vive la Biblia”, sitio web de las Sociedades Bíblicas Unidas.